El gobernador Rubén Rocha Moya compartió recientemente, el pasado jueves 16, sus declaraciones acerca del crecimiento y el bienestar en Sinaloa. Sin embargo, su gobierno ha sido cuestionado debido la creciente inseguridad, producto del choque de facciones de los cárteles.
Recientemente, el incendio del casino Royal Yak y Trampoline Park generó las dudas de si el crimen organizado continúa con la generación de siniestros como estrategia territorial
Sinaloa: ¿bienestar asegurado o zona de guerra?
Recientemente, para el medio informativo El Imparcial, el gobernador aseguró que el estado de Sinaloa vive un periodo de bienestar. De la misma manera, apuntó que las actividades de la ciudadanía regresaron a la normalidad
“En Sinaloa vivimos perfectamente bien. Estamos haciendo todas nuestras actividades, los estadios llenos, las escuelas llenas. Estamos trabajando perfectamente bien. Ese estigma que nos acreditan lamentablemente, sería bueno que se fijaran en lo bueno que tiene Sinaloa”, mencionó.
Sin embargo, según los últimos eventos en enero, diferentes negocios y establecimientos cerraron sus actividades debido a la inseguridad. En la última semana, locales de pizza como Pizza Hut y Cardenale Pizza cerraron sucursales.
A finales del año 2024, por medio de Facebook, el restaurante IHOP anunció su cierre de puertas, “debido a la creciente inseguridad en nuestra ciudad”, como lo mencionó la empresa en su comunicado.
Óscar Sánchez Beltrán, actual presidenta de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo (Canaco Servytur) de Culiacán expresó, para los medios locales, que alrededor de 500 establecimientos cerraron en el último mes. Estos números preocupan por la venta de caídas y el recorte personal en la ciudad de Sinaloa.
“Todos los comercios afectados: los tianguistas, los taqueros, los restaurantes chicos, menos a los enemigos que hacen política con esto (...) pero 39 mil comercios y restaurantes los hemos apoyado y los seguimos apoyando”, destacó el gobernador.
