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¿Pedrada a Sheinbaum? Gobernadora de Chihuahua no acepta migrantes

Maru Campos aceptó que su estado no será una opción para los migrantes

Maru Campos, gobernadora de Chihuahua, dejó claro que su estado no será una opción para los migrantes que lleguen desde Estados Unidos (EE. UU.), especialmente ante las amenazas de deportaciones masivas por parte de Donald Trump, quien asumirá la presidencia el 20 de enero de 2025.

Las amenazas de Trump de implementar un plan de deportación masiva de migrantes indocumentados han llevado a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a diseñar una estrategia intersecretarial para anticiparse a las consecuencias de las nuevas medidas antimigrantes.

Como parte de esta estrategia, Sheinbaum ordenó la instalación de 25 nuevos albergues en los estados fronterizos, con capacidad para recibir hasta 2,500 migrantes. La Secretaría de Gobernación (Segob), encabezada por Rosa Icela Rodríguez, será la encargada de coordinar estos centros.

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La funcionaria discutió el plan con los gobernadores de los estados fronterizos, incluidos Samuel García (Nuevo León), Marina del Pilar Ávila (Baja California), Alfonso Durazo (Sonora), Américo Villarreal (Tamaulipas) y Manolo Jiménez (Coahuila). La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, no participó en la reunión virtual.

En respuesta a las medidas, Campos subrayó que, aunque se recibirán algunos migrantes, estos serán procesados y posteriormente enviados a sus estados de origen. Enfatizó que Chihuahua “no será un albergue” para los migrantes.

“No son albergues, son Centros de Procesamiento. Los vamos a recibir, procesar, tomar sus datos y los vamos a mandar a sus estados y municipios. Si les llamamos albergues, ellos se van a quedar, y definitivamente en Chihuahua no hay opción para los migrantes”, afirmó Maru Campos en una entrevista para Radio Fórmula.

Esta es la cifra de migrantes que Estados Unidos mandaría a México


Durante su campaña, el equipo de Donald Trump respondió de diversas maneras a la pregunta sobre cuántos migrantes podrían ser expulsados si él volviera a la Casa Blanca. Sin embargo, fue su compañero de fórmula, el aspirante republicano a vicepresidente JD Vance, quien dio una cifra concreta durante una entrevista con la cadena ABC.

“Empecemos con un millón de personas. A partir de eso podemos empezar a trabajar”, afirmó Vance, senador por Ohio, destacando uno de los pilares de la plataforma de Trump, que incluye el lema “¡Deportaciones masivas, ahora!”.

Expertos legales y migratorios advierten que una medida de tal magnitud, como la deportación de un millón de personas, enfrentaría serios desafíos tanto legales como prácticos. Las complicaciones podrían incluir la falta de recursos, la resistencia de los estados y tribunales, y el impacto de las decisiones judiciales sobre la constitucionalidad de las deportaciones masivas.

Además, los defensores de los derechos de los migrantes han expresado su preocupación por el costo humano de esta política. Las deportaciones masivas generarían familias separadas y trastornos en comunidades y lugares de trabajo a lo largo y ancho de EE. UU., lo que agravarían la ya complicada situación de los migrantes en el país, según un informe de la BBC.

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