La opinión pública en México sobre Donald Trump continúa mostrando una tendencia mayoritariamente negativa, de acuerdo con recientes encuestas. Desde su primer periodo presidencial en 2016, cuando registró un 74% de opiniones desfavorables, hasta enero de 2025, con un 66% de rechazo, la percepción de los mexicanos hacia el próximo presidente estadounidense ha sido consistentemente negativa.
De acuerdo con el estudio del Instituto Belisario Dominguez, a nivel latinoamericano, México es el país con la percepción más desfavorable hacia Trump, asignándole una calificación promedio de 2.4, muy por debajo del promedio regional de 4.2. Sin embargo, esta desaprobación no se extiende hacia Estados Unidos como nación, ya que el 72% de los mexicanos tiene una opinión Muy o Algo favorable del país vecino.
¿Cómo será la relación Trum vs Sheinbaum?
De cara a la próxima toma de posesión de Trump, crece la preocupación sobre la relación entre su administración y el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Según el estudio, el 44% de los encuestados en México cree que la relación será Mala (32%) o Muy Mala (12%), lo que representa un aumento de 11 puntos porcentuales en comparación con noviembre de 2024. A pesar de esta percepción, el 62% opina que la relación bilateral debe ser respetuosa e institucional.
El tema que genera mayor rechazo entre los mexicanos es la política de expulsión de migrantes del presidente electo, con un 89% de desacuerdo. Además, el 36% de los encuestados considera que la situación en la frontera México-Estados Unidos es una crisis, un porcentaje menor al 45% registrado en la opinión pública estadounidense.
Rechazan aranceles
Por otro lado, las propuestas arancelarias de Trump contra las importaciones mexicanas tampoco gozan de amplio respaldo en Estados Unidos, donde el 51% de la población se opone.
Los principales sectores que apoyan esta medida están conformados por hombres blancos, simpatizantes del Partido Republicano, personas sin educación universitaria y aquellos con edades entre 50 y 64 años.
En este complejo panorama, la relación entre ambos países y sus líderes será determinante para abordar los retos que se presenten durante el próximo mandato de Trump.
