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Colombia: de la “paz total” a la guerra en el Catatumbo

Desplazados del Catatumbo buscan refugio en Cúcuta. DW

Los sangrientos combates en la región del Catatumbo han provocado una crisis humanitaria y abren interrogantes sobre el proceso de paz en Colombia.La violencia que ha estallado en la región del Catatumbo , en el noreste de Colombia, amenaza con echar por tierra la política de "paz total” del Gobierno de Petro.

Tras haber suspendido el viernes el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), protagonista de los sangrientos combates contra una de las disidencias de las FARC que se iniciaron el 16 de enero, el presidente Gustavo Petro anunció este lunes (20.01.25) la declaración del estado de conmoción interior y emergencia económica. Y usó palabras contundentes en su cuenta de X: "El ELN ha escogido el camino de la guerra y guerra tendrá".

Inquietante escenario en Cúcuta

Se habla ya de al menos 80 muertos y más de 18.000 desplazados por las luchas entre dichos grupos armados en esa región montañosa.

Muchos han llegado en busca de refugio a Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander, donde se encuentra el Catatumbo. Daniel Parra, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, se encuentra allí, y no descarta un escenario de riesgo para la ciudad.

"Sin duda es grave, no solo por el hecho de que Cúcuta ha sido receptora del mayor número de desplazados del Catatumbo, sino también porque existe la posibilidad -y esto ha pasado inadvertido- de que la guerra también llegue a Cúcuta y su área metropolitana”, dice a DW, explicando que también en ese lugar hay unidades de la guerrilla y del disidente Frente 33 de las FARC.

Parra no puede especificar el detonante concreto de los actuales enfrentamientos entre el ELN y disidentes de las FARC. "Algunos medios nacionales han sostenido que, según fuentes de inteligencia militar, todo sucedió a partir de la pérdida de un cargamento de cocaína, y del asesinato de un jefe financiero del ELN”, relata, "pero nosotros no tenemos certeza sobre el estallido de esta confrontación armada”.

El combustible del narcotráfico

Lo que sí está claro es el motivo subyacente: la lucha por el negocio de las drogas. "La disputa por el control territorial y el narcotráfico, que siempre han sido elementos centrales en este conflicto, está aumentando la presión en esta zona, que además es fronteriza con Venezuela y es un corredor para el tráfico de drogas”, señala a DW Roberto García Alonso, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, en Colombia.

"Por más de cinco años seguidos, el departamento de Norte de Santander, y en específico el municipio de Tibú, ha estado en los primeros lugares con el mayor cultivo de coca en el país. Este ha sido también un combustible para la guerra, sin duda alguna”, hace notar a su vez Daniel Parra, el investigador de Paz y Reconciliación. Una situación que atribuye, en parte, al fracaso del Programa Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos.

El propio presidente Petro afirmó que el ELN se está transformando en una organización "narcoarmada”. Y no es la única. "Uno de los problemas principales que tenemos en esa zona es que la presencia institucional del Estado es muy precaria. Varias organizaciones criminales, entre ellas varios grupos del ELN, así como las propias disidencias de las FARC, y bandas criminales, operan por el control de las rutas del narcotráfico”, indica García Alonso.

Desconfianza hacia el proceso de paz

Pero, a su juicio, hay también otro factor a tomar en cuenta: la política del Gobierno de paz total con todos los grupos armados, incluidas las disidencias de las FARC y el propio ELN. "Esta violencia se puede entender también como una estrategia por parte de los grupos armados de intentar presionar o de ganar posiciones en esa futura mesa de negociación”, opina.

Sin embargo, tras lo ocurrido en los últimos días, las perspectivas de negociar parecen esfumarse. ¿Quedará alguna ventana abierta al diálogo? "Es muy difícil. Porque lo que sucede aquí roe a la poca popularidad que ya tiene el presidente Petro. A eso se une que la política de paz total no está dando resultado”, dice el académico de la Universidad de La Sabana. "Habrá que ver hasta qué punto el Gobierno está dispuesto a continuar”, acota, subrayando que "esto está generando una sensación de zozobra y de desconfianza muy grande hacia el proceso de paz en el país”.

En la Fundación Paz y Reconciliación siguen apostando, pese a todo, por el diálogo. "Inicialmente, el presidente Petro había señalado que suspendería las negociaciones con el ELN y ahora vemos con sorpresa esta declaración de guerra hacia esta guerrilla. Nos preocupa bastante, porque una confrontación armada entre guerrilleros y fuerza pública solo dejaría más víctimas, habría más homicidios, más asesinatos. Estamos a la expectativa de cómo va a proceder la fuerza pública en este caso”, dice el investigador de la organización, Daniel Parra, en Cúcuta. Y recuerda que "el ELN lleva más de 60 años en lucha armada y claramente tratar de erradicar esta guerrilla a través de la violencia directa no ha sido una estrategia eficaz para el Gobierno”.

(ms)

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