El despido de Nuri Sahin como técnico del BVB era inevitable. El equipo está irreconocible y muy lejos de liderar la Bundesliga. ¿Qué debe cambiar realmente en el BVB para volver a tener éxito?Parecía un escenario inevitable y dicho y hecho. Tras dieciocho jornadas, el Borussia Dortmund puso punto final a la aventura de Nuri Sahin como técnico de las "abejas”. Por el camino, únicamente siete victorias de dieciocho posibles en Bundesliga, la eliminación en Copa y dos derrotas consecutivas en Champions. Pero lo más doloroso, sin duda, ninguna victoria en los cuatro encuentros de 2025. Un balance pésimo para un equipo que hace medio año jugaba una final europea y que ahora baila irreconocible en los puestos de mitad de tabla en la competición doméstica.
¿Cómo ha llegado hasta aquí el Borussia Dortmund? Y, lo más importante, ¿qué debe cambiar para tener éxito?
Cambio de entrenador: solo un primer paso
Por primera vez en su historia, el Dortmund se enfrentó a su tercera derrota en Bundesliga a principios de año. En Liga de Campeones, el 1-2 ante el FC Bolonia completó la agonía. Marchan décimos en la clasificación, a siete puntos de plazas Champions y tres de la Conference League , la peor posición inicial en liga en diez años. Por aquel entonces, un Jürgen Klopp ocupaba el banquillo y logró cambiar esa tendencia, si bien ya era un entrenador con una filosofía y estilo de juego consagrado en Dortmund tras seis temporadas como técnico de las abejas.
El escenario actual, no obstante, recuerda más a los descalabros de la temporada 2017/18, cuando Peter Stöger logró encauzar la situación tras la debacle de puntos de Peter Bosz o, mirando más hacia atrás, la temporada 2006/07, con hasta 3 cambios en el banquillo.
Sin duda, expertos y aficionados confían en que un cambio de entrenador suponga un revulsivo para una plantilla desanimada, aunque con la calidad suficiente como para salir del atolladero.
A la vista está que el estilo de juego de Sahin no cuajó bien con la plantilla. Se ha visto inconsistencia en el campo y mantener la cabeza fría cuando se va por delante del marcador. El Dortmund sufrió cuatro remontadas esta temporada liguera. Así ocurrió también en Bolonia: las abejas iban por delante hasta el minuto 71, pero ahí vino el empate y el gol de la victoria de los italianos.
Tampoco ha tenido un desempeño fluido en su propia fortaleza, el Signal Iduna Park o Westfalenstadion. Últimos tres partidos en casa y solo dos puntos de nueve posibles.
Desde el portal Sporschau comentan que "la estrategia de probar nuevos entrenadores a intervalos cortos empieza a verse poco a poco como un fracaso”. Ciertamente, así sucedió con Edin Terzic que, pese a llegar a una final de Champions, no hicieron lo posible para favorecer su permanencia en el club. Por aquel entonces, el quinto puesto en Bundesliga pesó más que su desempeño en Europa.
¿Cambios en la directiva?
Según el medio alemán Kicker, el despido de Nuri Sahin sólo puede haber sido un primer paso, pues también es urgente reestructurar el equipo directivo encabezado por Lars Rickens, de lo contrario "el Borussia Dortmund corre el riesgo de un colapso a largo plazo”.
En esta línea, no fueron bien recibidos los comentarios del actual director deportivo y recientemente renovado Sebastian Kehl, quien en declaraciones posteriores al partido contra el FC Bolonia reconoció el desastre en defensa y cuestionó la autoridad del ya cesado Sahin.
Y ahí no terminan las controversias con Kehl, a quien se le cuestiona por qué el BVB todavía no ha presentado fichajes de peso para la actual ventana de transferencias, ya que claramente se necesitan refuerzos de forma urgente.
Con todo, la forma en la que la plantilla se desarrolla depende de las decisiones de los mandos, desde Kehl, el director técnico de la plantilla, Sven Mislintat, o al supervisor del equipo de entrenadores y asesor del club, Matthias Sammer. Unas decisiones cuya dirección no es una, sino varias.
Tal y como explica el periodista deportivo Luca Hansen al portal Fussball Transfers, los fichajes de Maximilian Beier y de Yan Couto fueron forzados por Kehl, mientras que un veterano como Niklas Süle fue recuperado por Sammer. En el caso de Emre Can, fue la presión de Edin Terzic, muy cercano a Mislintat, lo que permitió su permanencia en el equipo.
Cada jugador está supeditado a los intereses de cada puesto directivo y así es difícil lograr un resultado común satisfactorio.
Entradas y salidas para restaurar la fe
Echando un vistazo al balance de goles, es presumible que deberían producirse cambios en todas las líneas. Un balance de 32 anotaciones a favor y 31 en contra es la peor estadística a estas alturas en una década y no habla bien de las supuestas virtudes que este equipo aglutinaba a principios de temporada tras las salidas de Niclas Füllkrug, Marco Reus y Mats Hummels.
Defensivamente, los internacionales Waldemar Anton y Nico Schlotterbeck no han dado la talla, como tampoco Maximilian Beier o Sehou Guirassy en la delantera. De momento, el único movimiento ha sido la salida de Donyell Malen al Aston Villa.
"Los buenos futbolistas no mejoran desde hace años en el Borussia Dortmund”, dice un artículo del medio alemán Sportschau. Indudablemente, algo de cierto hay en esa frase al comprobar el rendimiento de varios de los mencionados.
Pero si alguna conclusión se puede sacar de todo este escenario es que no necesariamente el cambio de entrenador puede suponer un verdadero estímulo para resucitar el juego del BVB. El rompecabezas del Borussia Dortmund es más complejo y la apuesta por resolverlo la deben hacer todos, desde las más altas instancias al último utillero.
(ee)
