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Polonia y la memoria del Holocausto

Los planes nazis de exterminar a los judíos se llevaron a cabo principalmente en territorio polaco ocupado. El recuerdo del Holocausto plantea un desafío para muchos polacos.En medio del bosque, a unos 120 kilómetros de Varsovia, letreros señalizan el camino a un "sitio nacional del recuerdo”.

En enero de 2025, Michael Zev Gordon acude nuevamente a ese lugar en la localidad de Szumowo, donde su abuelo, Zalman Gorodecki, fue asesinado con 1.500 judíos en agosto de 1941. Británico de nacimiento, Gordon se enteró de lo ocurrido hace solo unos años, por las memorias de su fallecida abuela. Antes nunca se habló de eso en la familia.

"Crecí en medio de un gran silencio, tan grande como el silencio que hay ahora en este bosque”, dice el compositor, procedente de Londres. Sobre una colina se ven piedras que marcan una fosa común. "Desde que vengo acá, me siento ligado a mi abuelo, pese a que no lo conocí”, agrega.

En la tumba, la fundación "Los olvidados”, de Varsovia, colocó una placa de madera y una estela con los nombres de algunos de los asesinados. Desde 2014, rastrea y marca lugares menos conocidos de masacres de judíos,

"Nuestro trabajo se basa en informaciones de comunidades locales que nos contactan porque quieren recordar a las víctimas judías. Porque sienten que existe un vacío en la historia local”, explica Agnieszka Nieradko, directora de la fundación.

Polonia, un escenario del Holocausto

Los fusilamientos masivos de judíos y pogromos se iniciaron inmediatamente después del ataque alemán contra Polonia, en 1939. A partir de 1941, cuando Alemania atacó a la Unión Soviética y también los territorios orientales polacos bajo ocupación soviética, tropas germanas y ayudantes locales llevaron una serie de masacres de judíos, en las que a veces estuvieron implicados también polacos.

En la ocupada Polonia se erigieron campos de exterminio alemanes como Auschwitz, Treblinka, Sobibor, Belzec, Kulmhof y Majdanek. De casi 3,5 millones de judíos polacos, solo unos cientos de miles sobrevivieron al Holocausto. En su mayoría, porque entre 1940 y 1941 Stalin los había deportado a Siberia.

Después de 1945, el Estado comunista se quedó con las propiedades judías y las víctimas polacas de la guerra estuvieron en el foco. El Holocausto tuvo un papel secundario, pese a que cinco de los seis millones de judíos asesinados murieron en territorio polaco. Tres millones eran ciudadanos polacos.

El número de judíos no polacos que fueron víctima de los nazis se estima en aproximadamente dos millones. Solo a partir de 1989, la historia de los judíos polacos dejó de ser un tabú.

Auschwitz: un símbolo no solo para los judíos

Piotr Cywinski, director del museo de Auschwitz, en las cercanías de la localidad de Oswiecim, percibe un creciente interés en la historia de la Shoah. En 2019 visitaron el museo 2,4 millones de personas, lo que marcó un récord. "Gran parte de nuestros visitantes son jóvenes. Y los profesores que acompañan a esos grupos generalmente ya habían estado aquí antes. Por eso, comprenden el sentido de estas visitas”, dice Cywinski a DW.

En Auschwitz-Birkenau, el mayor campo alemán de exterminio, fueron asesinados un millón de judíos. De las restantes 100.000 víctimas, tres cuartas partes era polacos no judíos. "Cada víctima polaca tiene entre 20 y 30 descendientes que guardan su memoria. En consecuencia, Auschwitz también es un memorial para muchos polacos. Y eso es comprensible”, indica Cywinski.

Historiador teme una "polonización" del Holocausto

El investigador del Holocausto Jan Grabowski considera que se está distorsionando la historia y habla una "polonización del Holocausto”.

Según sondeos realizados por el instituto demoscópico CBOS para la Universidad Jagellónica de Cracovia en 2020, el 50 por ciento de los encuestados en Polonia asociaban Auschwitz principalmente con las víctimas polacas, mientras que el 43 por ciento lo veía sobre todo como un lugar del Holocausto. El 82 por ciento de los consultados se mostraron convencidos de que los polacos ayudaron a los judíos durante el Holocausto. La mitad de los encuestados afirmó que los judíos sufrieron tanto como los polacos.

Desde 2015, el 14 de junio es en Polonia el Día Nacional del Recuerdo de las víctimas de los campos de concentración y exterminio nazis alemanes. La fecha se eligió porque los primeros prisioneros fueron llevados a Auschwitz el 14 de junio de 1940: alrededor de 700 polacos no judíos. El campo de exterminio para judíos, Auschwitz-Birkenau, se erigió en 1941.

Víctimas polacas en Treblinka

El historiador judío-polaco Grabowski, que trabaja en la Universidad de Ontario, en Canadá, se molesta por los centenares de cruces instaladas en Treblinka, en memoria de las aproximadamente 300 víctimas polacas del campo de trabajos forzados de ese lugar. El lugar está a unos dos kilómetros de distancia del campo de exterminio en que los alemanes asesinaron a 900.000 judíos en las cámaras de gas. Cada año se llevan a cabo allí actos oficiales de conmemoración y ceremonias católicas.

"Treblinka, el segundo cementerio judío más grande del mundo, está convirtiéndose poco a poco en un lugar de martirio polaco, algo difícil de entender”, afirma Grabowski.

Desde 2021, un monumento recuerda en la estación de Treblinka a un polaco que dio agua a los judíos que llegaban en el verano de 1942 y, por ello habría sido asesinado por los alemanes. Esta es la versión oficial del Instituto Pilecki, fundado en 2017 por el Gobierno de entonces, del partido nacional-conservador Ley y Justicia (PiS), para aplicar su política de historia.

"No hay pruebas históricas de que este hombre en particular fuera asesinado por esa acción. Lo que sí está probado históricamente es el hecho de que los judíos sedientos, hacinados en vagones de ganado, tenían que pagar el agua con dinero y objetos de valor”, afirma Grabowski.

Un tema delicado

El PiS causó con frecuencia revuelo con su política nacionalista, como en 2018 con la llamada "ley del Holocausto”. Esta preveía una pena de tres años de prisión para quienes atribuyeran a los polacos participación en crímenes nazis, incluido el Holocausto. Tras las protestas de Estados Unidos, el mayor aliado político de Polonia, la ley fue suavizada.

El acalorado debate que tuvo lugar entonces demostró lo delicado que es el tema del Holocausto en Polonia.

Según Agnieszka Nieradko, hace falta tiempo para que la sociedad esté dispuesta a debatir temas difíciles. Prueba de ello es que sólo ahora, 80 años después del final de la guerra, se están encontrando nuevos lugares de las masacres judías. "La conciencia de la historia está creciendo, quizá porque quienes se ocupan de ella ahora no tienen sentimientos de culpa y no se sienten amenazados cuando se ocupan de la historia judía”, afirma.

En el bosque de Szumowo, el compositor británico Michael Zev Gordon busca también inspiración para su música. Su última obra, "Una especie de embrujo”, que se estrenará pronto en Londres y luego en Polonia, se basa en su historia familiar y es una mezcla de música, memorias y poesía. "Soy nieto de mi abuelo y quiero transmitir su historia a mis hijos. Así perdurará y mi abuelo no será olvidado”.

(ers/ms)

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