Nuevo enfrentamiento internacional de Petro por X, esta vez con Donald Trump, y llevando las relaciones diplomáticas a una crisis que se solventó en horas.Aunque podían preverse choques entre Donald Trump y Gustavo Petro, nada anticipaba que la primera colisión frontal fuera precisamente con Colombia, socio estratégico de Estados Unidos en la región.
El fuego, que amenazó gravemente las relaciones entre ambos países, se originó con la plataforma X como escenario. El tema migratorio, tan sensible en Estados Unidos, actuó como combustible.
Según datos de la oenegé Witness at the Border, que rastrea información sobre los vuelos de deportación del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), aquel país ha enviado a Colombia 475 vuelos de deportación de migrantes entre 2020 y 2024, periodo que incluye tanto el final del primer mandato de Donald Trump, como la presidencia de Joe Biden.
¿Por qué reacciona Gustavo Petro contra los vuelos precisamente ahora? "Esto se inició cuando salió en redes cómo estaban llegando los migrantes brasileños, esposados en aviones. Eso lo condujo a tener una reacción inmediata para oponerse a este tipo de cosas. Tomó una decisión desde ese contexto, sin una comunicación clara con la cancillería, lo que muestra un debilitamiento y una falta de conexión dentro del Ejecutivo", explica a DW Manuel Alejandro Rayran, experto en relaciones internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
Enfrentamientos internacionales en X
A esto se agrega el uso que Petro hace de su cuenta en la plataforma X, que él mismo maneja: "No ha querido entregar su cuenta personal a un funcionario o a alguien que se la pueda administrar como jefe de Estado. Esto lo ha conducido a tener salidas inapropiadas en temas diplomáticos", prosigue Rayran.
Y es que este no ha sido su primer encontronazo en el plano internacional. Petro también ha tenido sonados enfrentamientos en X con Javier Milei y con Nayib Bukele. "Petro tiene una personalidad protagónica, egocéntrica, no es la primera discusión en X con mandatarios. Su personalidad lo ha conducido a tener ese tipo de relaciones no muy comunes en diplomacia", analiza Rayran.
El canciller saliente, Luis Gilberto Murillo, la nueva canciller, Laura Sarabia, y el embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, se encargaron de reconducir diplomáticamente el asunto. Una vez calmada la situación, Sarabia subrayó que el compromiso del Gobierno colombiano es garantizar un trato respetuoso y humano a los migrantes, así como asegurarles un transporte civil y digno, pero, tanto ella como el propio Petro, repostearon la nota de la Casa Blanca indicando que Colombia se había comprometido a aceptar las repatriaciones en todos los términos impuestos por la Administración Trump.
Apostar alto como estrategia
¿Cómo es posible que Petro recapitulara en cuestión de horas, desde amenazar a EE. UU. con aranceles e incluso con la deportación de sus ciudadanos en Colombia, hasta llegar a una rendición sin condiciones?
"Eso hace parte de la personalidad del presidente Petro. Él pega duro para luego retroceder, a ver cómo le va. Esta vez se encontró con Trump, una persona que hace exactamente lo mismo: apuesta durísimo y sale ganando, porque EE. UU. tenía cómo arrodillar a Colombia. Es una táctica estratégica de Petro en dos sentidos: por un lado, agitar sus bases sociales, y por otro, apostarle duro, para luego retroceder y tener la máxima ganancia. Esta vez le salió mal", analiza para DW Ariel Ávila, politólogo colombiano y senador por el partido Alianza Verde.
El frente diplomático con Estados Unidos se abrió con un Petro ante la encrucijada que le ha puesto su búsqueda de una "paz total" que cada vez se le ha vuelto más esquiva, como se ha visto en las últimas semanas con el estallido de violencia en la región del Catatumbo. "Esto lo deja mal parado, pero no le daña la situación política interna. No es una gran crisis como la que vivió hace unos meses con los escándalos de corrupción", dice Ávila. "Petro tiene una base social de un 30-35 por ciento que siempre lo va a respaldar, haga lo que haga".
Es más, la crisis pudiera incluso beneficiarlo a nivel interno. Una vez calmadas las aguas, Petro publicó un largo comentario en X cargado de épica y varias alusiones literarias. "Ahí vuelve a recobrar el tono del mártir al que van a matar. Después de la salida en falso, trata de sacarle un rédito político a nivel doméstico, pero eso termina teniendo un costo muy alto entre la diplomacia. Después de ese trino tan largo, no ha habido una posición oficial del presidente, sino que simplemente replicó el comunicado oficial de la Casa Blanca", señala Manuel Alejandro Rayran.
Precedente en América Latina
A quien ha beneficiado claramente el choque diplomático ha sido a Donald Trump, que puede enarbolar el caso de Colombia como ejemplo de lo que sucede a quien se enfrenta a sus políticas. "Colombia sirvió como ejemplo narrativo para Trump, quien hizo creíbles sus amenazas a un costo muy bajo. En menos de 24 horas, llegó a someter a Colombia a un punto, que no tuvo más remedio que doblegarse. Esa salida dio a Trump una victoria narrativa y fáctica", subraya Manuel Alejandro Rayran.
Los migrantes seguirán siendo deportados en las condiciones impuestas por Estados Unidos después de servir como combustible en las trincheras políticas de Trump y Petro. "Estamos hablando de personas, de migrantes que estaban en un avión, y de que estas amenazas pueden comprometer la economía empresarial de ambos países. Este juego también nos demuestra que los cuerpos diplomáticos juegan un papel muy importante y que las herramientas diplomáticas deben funcionar en estos momentos, y no los egos y las emociones de cada mandatario", concluye Rayran.
(rml)