Astrónomos detectaron lo que parecía ser un asteroide moviéndose por el espacio, y, después de su alerta, los científicos del Centro de Planetas Menores (MPC) confirmaron el hallazgo el 2 de enero de 2025. Lo bautizaron como 2018 CN41.
Según las primeras observaciones, el objeto estaba muy cerca de la Tierra, a menos de 240.000 kilómetros, lo que lo clasificaba como un “objeto próximo a la Tierra” (NEO) y, por ende, potencialmente peligroso.
Pero, ¡esperen un momento! No todo estaba tan claro. Varios astrónomos, incluyendo a los del prestigioso Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian de Cambridge, comenzaron a tener dudas.
¿Era realmente un asteroide o un auto último modelo extraterrestre?
La colaboración entre astrónomos profesionales y aficionados reveló una sorprendente verdad: ¡lo que en realidad se estaba moviendo por el espacio no era un asteroide, sino la etapa superior del Falcon Heavy de SpaceX!
Sí, han oído bien: ese “asteroide” era en realidad el cohete Falcon Heavy que, en febrero de 2018, lanzó el famoso Tesla Roadster de Elon Musk al espacio. ¡Y no cualquier Tesla! El vehículo iba a bordo con un maniquí apodado “Starman”, sentado al volante, con auriculares puestos y escuchando Space Oddity y Life on Mars, ambas canciones de David Bowie, mientras orbitaba entre la Tierra y Marte.
Desde su lanzamiento, hace ya más de 7 años, nadie sabía qué había sido del Tesla. ¿Seguía entero? ¿Qué había sido de Starman? Ahora lo sabemos: el Tesla sigue flotando por el espacio, sin supervisión ni control, haciendo su propia órbita entre los dos planetas. Y así, de manera inesperada, el vehículo de Tesla se convierte en un raro “asteroide”, mientras sigue siendo la estrella del espacio, ¡sin necesidad de repostar ni de pedir direcciones!
El Tesla Roadster probablemente se quedará en el espacio por un tiempo considerable, sufriendo el desgaste de la radiación y las temperaturas extremas, hasta que tal vez, dentro de muchos siglos, se convierta en una reliquia espacial. Mientras tanto, será un testamento de la audaz visión de Elon Musk y SpaceX, que han llevado un auto de lujo a la órbita, convirtiéndolo en el primer vehículo humano que podría viajar por el sistema solar… ¡sin conductor!
