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Trump suspende la ayuda al desarrollo: las consecuencias se sienten en todo el mundo

Estados Unidos congela sus fondos de ayuda. Esto significa que el país donante más importante del mundo ya no está disponible. Desde Botsuana hasta Nepal, la gente sufre las consecuencias."Esto llegó sorpresivamente, no habíamos contado con que afectaría a todos los proyectos", dice Roshan Pokhrel, secretario de Estado en el Ministerio de Salud de Nepal, en entrevista telefónica con DW. A principios de esta semana, llegó un llamado: todos los proyectos financiados por Estados Unidos se suspenden en el país. "Eso nos afecta, sobre todo, en los programas alimentarios y para la salud materno-infantil", explicó Pokhrel, "y, definitivamente, nos preocupa".

Ya en el primer día en el cargo, en su segundo mandato, el presidente estadounidense, Donald Trump, decretó que EE. UU. suspendería su cooperación al desarrollo durante 90 días, y los funcionarios y empleados recibieron la orden de abandonar su trabajo.

Vitaminas contra la mortalidad infantil

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En el programa nepalés de entrega de vitamina A, por ejemplo, decenas de miles de trabajadores sanitarios viajan a las aldeas más remotas del extremo sur del Himalaya. En el equipaje: cápsulas de vitamina A para más de tres millones de niños.

Estados Unidos financia ese programa desde 1990 en Nepal. Expertos estiman que, gracias a él, se ha podido salvar la vida de aproximadamente 45.000 niños de menos de cinco años, ya que la carencia de vitamina A no solo produce ceguera, sino que también aumenta la propensión a sufrir enfermedades como el sarampión, la diarrea o la malaria.

"Estados Unidos primero", en lugar de ayudar a otros

Según la agenda "Estados Unidos primero", de Trump, en el futuro, sólo se financiarán proyectos que puedan demostrar que hacen a Estados Unidos más fuerte, más seguro o más rico.


El Gobierno de Joe Biden, por el contrario, gastó dinero "como un marinero ebrio", según la portavoz de Trump, Karoline Leavitt, quien afirma que 50 millones de dólares fueron destinados únicamente al envío de preservativos a Gaza. Algo que no es verdad, según se constata en la lista de gastos oficiales de EE. UU. El congelamiento de donaciones de 90 días se realiza a fin de administrar mejor el dinero de los contribuyentes, dijo Leavitt.

Estados Unidos, hasta ahora el mayor donante

"Esto es algo masivo, porque Estados Unidos es el mayor donante de ayuda al desarrollo", señala el politólogo Stephan Klingebiel, del grupo de expertos en desarrollo German Institute of Development and Sustainability (IDOS). Y agrega que una gran parte del dinero para el desarrollo a nivel mundial viene de Estados Unidos. En 2023, fueron unos 68.000 millones de dólares, según datos oficiales de ese país. "Si a partir de ahora todo se paraliza literalmente, esto afectará muy directamente a la gente", subraya Klingebiel.

Después del decreto de Trump, se suspendió la ayuda a los refugiados en el norte de Siria, los heridos de guerra en Ucrania ya no recibieron prótesis y ya no se retiraron más minas en Sudán.

¿Cuáles son las excepciones?

Además de la indignación y la confusión de organizaciones de ayuda humanitaria por la medida de Trump, ya que no siempre está claro qué proyectos se ven afectados y cuáles pueden continuar, los tribunales estadounidenses dudan de la legalidad del congelamiento del gasto.


Inicialmente, se aplicaron excepciones a la ayuda militar a Israel y Egipto. Según el presidente Volodimir Zelenski, Ucrania también seguirá recibiendo ayuda armamentística. Además, no se debe interrumpir la ayuda de emergencia contra el hambre. A mediados de semana, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, también incluyó en la lista de excepciones la ayuda humanitaria de emergencia que salva vidas. Esto también debería incluir la distribución de medicamentos para personas con VIH.

"Ahora todo está en el aire", dice la activista de derechos LGBTQ botsuana Nozizwe Ntesang a DW. "Nuestra mayor financiación proviene de Estados Unidos, a través del Plan de Emergencia del Presidente para la ayuda para el SIDA (PEPFAR)", explica a DW. La organización de Nozizwe se llama LEGABIBO (Lesbianas, Gays y Bisexuales de Botsuana).

El expresidente estadounidense George W. Bush lanzó PEPFAR en 2003. Desde entonces, el programa ha salvado la vida de aproximadamente 25 millones de personas en todo el mundo con medicamentos antirretrovirales. Hasta ahora, LEGABIBO los ha distribuido a hasta 9.000 personas por mes en clínicas ambulatorias, dice Ntesang. "Pero hoy, por primera vez en años, no había nadie en las clínicas. Si ya no reciben este tratamiento, eso representa una amenaza real para su salud. Es esencialmente una sentencia de muerte".

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¿Quién llenará el vacío que deja EE. UU. en otros países?

¿Podría Alemania, el segundo mayor donante después de EE. UU., junto con otros países, compensar la falta de dinero? Según Klingebiel, otros países "no podrían, aunque tuvieran el dinero necesario, encargarse de la logística y de la infraestructura para compensarlo" en tan poco tiempo.

A largo plazo, sobre todo China llenaría ese vacío, opina el politólogo. Entonces, EE. UU. tendría menos influencia a nivel mundial, ya que las ayudas al desarrollo también son un instrumento para ayudar a dar forma a las políticas de otros países en función de sus propios intereses.

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"Un llamado de atención"

Sin embargo, hay otras voces que ven en la suspensión de la ayuda al exterior una oportunidad para los países más pobres. Como Uhuru Kenyatta, expresidente de Kenia: "Parémonos sobre nuestros propios pies", dijo recientemente, durante un congreso sobre salud en Mombasa. "¿Por qué lloran? No es el Gobierno de ustedes, no es su país. Trump no tiene ningún motivo para darles algo. Ustedes no pagan impuestos en Estados Unidos. Esto es un llamado de atención para decir: ‘¿Qué hacemos para ayudarnos a nosotros mismos?'".

Roshan Pokhrel, del Ministerio de Salud de Nepal, es bien consciente de que la ayuda proviene de dinero duramente ganado por contribuyentes estadounidenses. "Pero a nosotros, en países del tercer mundo como Nepal, nos gustaría poder seguir usando esos recursos de manera sensata", subrayó. Y dijo que espera que los proyectos de Estados Unidos se reanuden transcurridos los 90 días. Esto, según él, ayudaría al mundo entero y, por tanto, también a EE. UU. como país líder en el mundo.

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(cp/rml)

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