El 31 de enero de 2025, la tragedia sacudió a Filadelfia cuando un avión ambulancia de la empresa mexicana Jet Rescue se desplomó durante su vuelo, causando la muerte de siete personas, entre ellas, ciudadanos mexicanos.
Al menos 19 personas más resultaron heridas en el siniestro. Las autoridades locales confirmaron que la séptima víctima fue una persona que se encontraba en su automóvil en el momento del accidente.
La noticia conmocionó tanto a Estados Unidos como a México, y las autoridades mexicanas se pusieron en contacto con los familiares de las víctimas para brindarles el apoyo necesario.
Identifican a piloto y copiloto
El avión estaba en pleno vuelo de regreso a México con destino específico a Tijuana, transportando al paciente, cuando ocurrió el trágico incidente. De las siete víctimas fatales confirmadas, hasta ahora sólo se ha identificado al piloto y al copiloto: Alan Montoya y Jesús Juárez, respectivamente.
Ambos eran miembros experimentados de la tripulación de Jet Rescue. La empresa expresó su dolor y solidaridad con las familias afectadas y aseguró que brindaría toda la información posible a las autoridades para esclarecer los hechos.
Un pequeño paciente y su madre
Uno de los pasajeros a bordo del avión era un niño paciente del Hospital Infantil Shriners de Filadelfia. El hospital, especializado en la atención pediátrica de ortopedia, quemaduras, y rehabilitación de lesiones complejas, emitió un comunicado en redes sociales confirmando la participación de uno de sus pequeños pacientes en el vuelo fatal.
Según la declaración de Shriners Children’s, el niño viajaba acompañado de su madre, siendo ambos transportados de regreso a México tras recibir tratamiento en su institución.
El hospital expresó su tristeza al confirmar que ambos pasajeros estaban a bordo del avión cuando ocurrió el accidente. La institución destacó que el pequeño paciente había recibido atención en el Hospital Infantil Shriners de Filadelfia y estaba siendo trasladado a su país de origen con el propósito de continuar con su recuperación. En un acto de respeto por la privacidad de las víctimas, el hospital decidió no proporcionar más detalles sobre el niño o su madre, manteniendo la confidencialidad en torno a su identidad.
