Los humedales, ecosistemas cruciales para el equilibrio ambiental, están siendo cada vez más amenazados por la expansión urbana y la construcción de infraestructuras, especialmente en áreas previamente cubiertas por cuerpos de agua.
Raúl Aguirre Gómez, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, destaca que la presión económica derivada de la urbanización, como la edificación de inmuebles o complejos turísticos, representa una de las principales amenazas para estos espacios naturales.
De acuerdo con la Convención Ramsar, México posee 142 sitios designados como Humedales de Importancia Internacional, abarcando más de 8.6 millones de hectáreas. A pesar de este reconocimiento, la degradación de estos ecosistemas es una preocupación creciente, especialmente durante la conmemoración del Día Mundial de los Humedales, que se celebra cada 2 de febrero. Esta fecha recuerda la adopción de la Convención sobre los Humedales en 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio.
Pérdida de humedales
Además de la urbanización, Aguirre Gómez menciona otros factores que contribuyen a la pérdida de humedales, como el crecimiento de zonas agrícolas, la deforestación y el uso de agroquímicos dañinos para la fauna. Estos productos químicos, que a menudo terminan en los cuerpos de agua, pueden afectar la biodiversidad local y alterar el equilibrio de estos ecosistemas.
México cuenta con diversos tipos de humedales, entre los que se encuentran los fluviales (ríos y arroyos), lacustres (lagos y lagunas), palustres (pantanos y ciénegas), marinos (arrecifes de coral y costas rocosas) y estuarios (manglares y marismas).
A pesar de la existencia de políticas de protección desde 2014, estudios como la “Evaluación cuantitativa de la pérdida de humedales en México” revelan que más de la mitad de los estados han experimentado una drástica reducción de estos hábitats.
Los estados más afectados incluyen Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Baja California, Sonora y Tabasco. En la Ciudad de México, la urbanización también ha tenido un impacto significativo en los humedales, como se observa en Xochimilco, una de las áreas que aún conserva vestigios de lo que alguna vez fue la cuenca lacustre de la capital. Sin embargo, estos espacios continúan en riesgo debido a la presión del crecimiento urbano.
Aguirre Gómez subraya la importancia de sensibilizar a la sociedad sobre la función vital de los humedales, que no solo son hábitats para diversas especies, sino que también cumplen un papel esencial en la regulación del clima, la conservación de agua y la protección contra inundaciones. La difusión de su valor ecológico y la implementación de políticas más efectivas son clave para garantizar la preservación de estos importantes ecosistemas.