El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en una rueda de prensa en la Casa Blanca, y expresó sus deseos de controlar y transformar la Franja de Gaza en un conjunto turístico de nombre “Riviera de Oriente Próximo”.
Los nuevos planes turísticos de Trump en la Franja de Gaza
Después de la gran devastación debido a la guerra, y la temporal tregua de Israel y Hamás establecida el pasado viernes 17 de enero, el presidente Trump expresó que se hará cargo de la reconstrucción de la Franja de Gaza, pero para sus propios fines.
“Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza y trabajaremos en ella también. Seremos sus dueños y responsables de desmantelar todas las peligrosas bombas sin explotar (...) deshacernos de los edificios destruidos, crear un desarrollo económico que suponga un número ilimitado de trabajos y viviendas para a gente de la zona”, confesó.
Sin embargo, para la realización de estos planes, Trump planeó y consideró el desplazamiento y la reubicación del pueblo palestino. De esta manera, según sus motivos, limpiaría la zona geográfica para evitar más conflictos bélicos, reinstalando a más de un millón de palestinos en otro sitio.
“No quiero ser un gracioso ni un listillo, pero la Riviera de Oriente Medio… Esto podría ser tan magnífico”, afirmó el presidente estadounidense.
Sin embargo autoridades palestinas como potencias mundiales mostraron su desacuerdo ante los planes a futuro de Trump. Por ejemplo, Izzat el-Reshiq, un alto cargo de Hamás, mostró su rechazo ante las posibles deportaciones del pueblo palestino y el control sobre Gaza.
Uno de los países que más mostró su desacuerdo fue China, exhibiendo su su oposición al desplazamiento forzoso y a favor de que palestinos gobiernen Palestina. Hasta el momento, países como Australia, España y Francia se mantienen firme a la solución por los dos Estados.
