El Banco de México (Banxico) inició el 2025 con una fuerte decisión en materia de política monetaria al recortar en 50 puntos base la tasa de interés, dejándola en 9.50%.
Se trata del ajuste más significativo desde hace más de cuatro años y responde a la evolución del panorama inflacionario y las condiciones económicas actuales, explicó Banxico en su reporte.
La decisión no fue unánime dentro de la Junta de Gobierno, votaron a favor Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez, José Gabriel Cuadra García, y Omar Mejía Castelazo, mientras que el subgobernador Jonathan Heath se inclinó por un recorte más moderado de 25 puntos base.
En su comunicado, Banxico enfatizó que el entorno inflacionario permitirá seguir con el ciclo de recortes a la tasa de referencia, aunque manteniendo una postura monetaria restrictiva.
De este modo, la medida se alinea con lo señalado en el programa monetario para 2025, donde se anticipaban recortes de 50 puntos base en las primeras reuniones del año, aunque sin asegurar que esta tendencia se mantendría a lo largo del ejercicio fiscal.
El ajuste ocurre en un contexto de debilitamiento de la actividad económica nacional, evidenciado principalmente en el cuarto trimestre de 2024.
Pero además, factores como la volatilidad del peso ante anuncios de imposición de aranceles, la incertidumbre por las políticas económicas en Estados Unidos y la persistencia de la inflación subyacente han generado un escenario de riesgos tanto al alza como a la baja para la inflación.
Sin embargo, Banxico ajustó a la baja sus pronósticos para la inflación general en el primer trimestre de 2025, mientras que la inflación subyacente experimentó un ligero ajuste al alza.
¿Qué esperar en los próximos meses?
Según analistas de Grupo Valores Mexicanos (ValMex), Banxico podría continuar con recortes adicionales en el primer semestre de 2025, dependiendo de la evolución de la inflación y otros factores económicos.
Esperan que la tasa de fondeo pueda cerrar el año en un nivel cercano al 8.0%, aunque todo dependerá del balance de riesgos y las condiciones del mercado.
Con esta decisión, el Banco de México busca mantener un equilibrio entre la estabilidad económica y la necesidad de estimular el crecimiento, en un contexto donde la incertidumbre global sigue siendo un factor determinante, explican.