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Observación electoral europea en Ecuador, en época convulsa

En Ecuador, "la población reclusa ha votado con normalidad", dice a DW el jefe de la Misión de Observación Electoral de la UE. Cien observadores europeos están allí, en un país que rezuma violencia.La jornada electoral en Ecuador comenzó en las penitenciarías del país. Más de seis mil personas privadas de libertad sin tener sentencia pudieron ejercer su derecho al voto. "No hemos observado directamente en las cárceles, pero sabemos que la población reclusa ha votado con normalidad”, cuenta a DW Gabriel Mato, jefe de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE). Hay que recordar que desde las cárceles se han escrito los episodios más violentos de la historia reciente del país.

Para los comicios del 9 de febrero, la UE ha enviado 10 expertos electorales (a finales de diciembre), 38 observadores de largo plazo (desde el 12 de enero) y 40 de corto plazo en la semana previa a la votación. Una delegación del Parlamento Europeo (siete diputados) y miembros de las delegaciones y embajadas europeas en el país refuerzan la presencia y la observación internacionales.

Desafíos muy distintos a los de 2009

La última vez que la UE envió a sus observadores al país fue en 2009 y los desafíos detectados por la MOE de aquel entonces eran muy diferentes a los actuales. Esta vez, los observadores -de los 25 países de la UE y también de Noruega y Canadá- llegan a un país que asistió al asesinato de uno de los candidatos presidenciales, once días antes de la jornada electoral de 2023. De las 24 provincias del país, las cinco de la costa y una fronteriza con Colombia tienen un altísimo índice de homicidios; en otras cuatro solamente se supera el promedio latinoamericano.

Con la inseguridad como telón de fondo

"Estamos conscientes del problema de inseguridad debido al narcotráfico y a bandas organizadas. Entendemos los esfuerzos del gobierno por luchar contra eso y, en nuestra función, nuestra meta es velar por que todo funcione bien”, sigue Gabriel Mato, eurodiputado por España.

"A nadie se le oculta que hay zonas a las que es mejor no entrar para no poner en riesgo a nuestros observadores. No obstante, sí estamos presentes en todas las provincias”, dice el jefe de la MOE.

"Hasta ahora, afortunadamente, no tenemos ningún incidente que destacar en ese sentido. Ojalá lleguemos a un domingo en el que todos puedan votar con libertad y tranquilidad. Ese sería el mejor de los resultados que podríamos tener”, subraya.

Compromiso con la democracia

"La observación electoral es una herramienta fundamental de la UE para apoyar la democracia y los derechos humanos en todo el mundo”, afirma Nacho Sánchez Amor, que encabeza la delegación del Parlamento Europeo que refuerza al grupo de observadores que ya están en el país.

"En una época tan convulsa en el panorama internacional, esta misión demuestra el compromiso con el país en particular y con Latinoamérica en general”, agregó Sánchez Amor, eurodiputado por España.

Cabe recordar que las MOE de la UE tienen veinticinco años de acompañar y analizar sistemas electorales en todo el mundo, también en entornos muy violentos. En América Latina, las misiones europeas han acompañado elecciones en Perú, Nicaragua, Guatemala, Venezuela, Colombia, Bolivia, El Salvador, Haití, Honduras, Paraguay y México.

"Para nosotros, que nos inviten a acompañar los procesos democráticos es una enorme satisfacción, es una prueba de confianza en la UE, en que realizaremos nuestra observación de manera independiente y sin ninguna injerencia”, sigue Gabriel Mato. Por eso, los observadores no pueden emitir ninguna opinión, aparte del informe que analiza el marco legal, la administración electoral, el respeto a derechos fundamentales, la campaña en sí misma, el conteo y publicación de los votos.

La desinformación, los medios, las redes

Así, en el informe de 2009, los observadores europeos hablaban, por ejemplo, de la carencia de una regulación de los nuevos medios estatales para asegurar la igualdad de acceso a la propaganda y difusión de todos los candidatos. Anteriomente, la MOE había acompañado tanto las elecciones de los miembros a la Asamblea Constituyente (2007) como el referéndum para aceptar la nueva Carta Magna (2008).

Esta vez, los comicios tienen lugar con cierre de fronteras y con aumento de dispositivos militares y de seguridad. Y entre los asuntos que hacen más compleja la situación está el peligro de manipulación y de desinformación a través de las redes sociales.

Con todo, "no nos corresponde a nosotros el poner mecanismos para evitarlo, eso es tarea de las administraciones electorales. Sin embargo, sí hacemos un gran seguimiento de los medios de comunicación y de las redes sociales. Nuestra evaluación la incluiremos en el informe”, dice Gabriel Mato. Dos días después de la cita electoral, la MOE presentará su informe preliminar. En caso de que haya segunda vuelta, en su momento los observadores volverán a desplegarse por todo el país.

"Intentamos aportar a que la campaña electoral sea absolutamente limpia; para ello estamos en contacto con la administración electoral que es la responsable de velar por eso”, dice a DW el jefe de la MOE desde Guayaquil, la ciudad portuaria con mayor índice de homicidios.

La misma seguridad de las instalaciones portuarias, apoyada desde la UE, ha cambiado mucho desde la última vez que una MOE estuvo en el país, se recuerda en la conversación. "Estamos aquí para que los ciudadanos de Ecuador vean que queremos aportar a que el proceso electoral sea libre y limpio”, concluye el jefe de la MOE con la vista puesta en un domingo electoral ojalá pacífico.

(ers)

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