El director de la escuela de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) con sede en Ocozocoautla, Héctor Armando Esquinca Avilés, fue denunciado por su hija, Gina Gabriela Esquinca Rincón, de abuso sexual, y de ofrecerla al hermano del director cuando ella tenía 17 años.
Gina Esquinca, quien tiene 46 años, y es una psicóloga clínica de profesión, menciona que, en “pleno uso de sus facultades mentales”, su padre abusó sexualmente de ella cuando era una niña, además de ser víctima de violencia física y psicológica.
Héctor Esquinca fue denunciado por su hija por abusar sexualmente de ella, algo que, según menciona la psicóloga, lo saben sus hermanos, su abuela, tíos, amigos: “Lo saben todos y lo han sabido siempre, incluida mi madre”, señaló.
La psicóloga afirmó mediante sus redes sociales, que su “padre biológico” la ofreció, con intención sexual, cuando tenía 17 años, a su hermano Raúl, quien no accedió a la invitación, pero “guardó silenció”, aunque años después le contó al hermano Emilio de Gina.
Héctor Esquinca violó a cuatro personas más
Gina Esquinca aseguró que no fue la única víctima sexual de su padre biológico, ya que dice que el director de la UNACH también hizo lo mismo con dos de sus propios hermanos, incluído Edgar Arturo Esquinca Avilés, además de realizar las mismas acciones contra dos de sus primos.
“Donde quiera que tu ser infame haya caminado, haz acosado, humillado, destruido carreras, has escarbado en la privacidad de mucha gente para avergonzarles, cuando la vergüenza debería de caer sobre ti”...
“No estoy loca, ni drogadicta, soy una sobreviviente, soy deportista, soy madre responsable de mis dos hijos adultos universitarios y honorables ante la sociedad. Soy amiga leal y activista por los derechos de las mujeres, a la que le ha tomado años ponerse de pie y recuperar un poco de la vida que tú y mi madre destruyeron. Quiero justicia, dime de frente que estoy loca”, reveló Gina Esquinca, hija del director de la UNACH.
Gina dijo que ya intentó denunciar el abuso sexual del que fue víctima por Héctor Armando Esquinca Avilés, pero las autoridades el dijeron que “había prescirto”, lo que el delito ya no puede ser perseguido penalmente porque ha pasado el tiempo señalado por la ley.
La víctima asegura que su agresor fue apartado de sus funciones, pero actualmente está llevando a cabo una campaña de desprestigio en su contra. En este contexto, solicita el apoyo de la ciudadanía, afirmando: “No estoy loca; mi padre es un hombre conocido por su extrema violencia y cuenta con protección, por lo que temo por mi integridad y suplico ayuda”.