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Aparecen inéditos "cinturones de radiación" alrededor de la Tierra tras supertormenta solar

Un modesto satélite que "resucitó" tras apagarse captó un fenómeno sin precedentes: nuevos cinturones de radiación rico en protones que podría seguir rodeando nuestro planeta.Un diminuto satélite de la NASA, que volvió a la vida contra todo pronóstico, ha revelado un fenómeno extraordinario en la magnetosfera terrestre: la aparición de dos nuevos "cinturones de radiación" tras la tormenta geomagnética más intensa en dos décadas. Lo más fascinante del descubrimiento, publicado en el Journal of Geophysical Research: Space Physics, es que uno de estos escudos magnéticos naturales podría persistir hasta hoy, transformando nuestra comprensión sobre cómo la Tierra responde a las tempestades solares.

Un CubeSat resucitado revela el descubrimiento

Todo empezó en mayo de 2024, cuando una serie de tormentas solares azotaron nuestro planeta con tal intensidad que, según Live Science, no solo desencadenaron algunas de las auroras más espectaculares de los últimos 500 años, sino que también provocaron perturbaciones en los sistemas GPS.

Pero el verdadero descubrimiento llegó de la mano de un héroe inesperado: el Colorado Inner Radiation Belt Experiment (CIRBE), un modesto satélite del tamaño de una caja de zapatos, según describe la NASA, que había estado "muerto" durante la tormenta. El pequeño CubeSat, que se había apagado a mediados de abril, volvió misteriosamente a la vida el 15 de junio de 2024 y comenzó a enviar datos sorprendentes.

Y lo que reveló fue asombroso. Dos nuevos cinturones de radiación se habían formado entre los ya conocidos cinturones de Van Allen, esas estructuras permanentes en forma de rosquilla que se extienden hasta 58.000 kilómetros de la superficie terrestre y nos protegen del viento solar y los rayos cósmicos.

Cinturones de radiación únicos: la sorpresa de los protones

Lo verdaderamente extraordinario de este descubrimiento fue la composición única del cinturón temporal más interno. Mientras que típicamente estos fenómenos contienen principalmente electrones, este nuevo cinturón albergaba una significativa cantidad de protones, algo nunca antes observado en estructuras similares.

"Cuando comparamos los datos de antes y después de la tormenta, dije: 'Vaya, esto es algo realmente nuevo'", expresó el autor principal del estudio, Xinlin Li, según recoge la NASA.

La sorpresa no fue solo por el descubrimiento en sí, sino por su durabilidad. Mientras que los cinturones temporales anteriores solían durar apenas cuatro semanas, el nuevo cinturón exterior de electrones persistió por más de tres meses, hasta que las tormentas solares de junio y agosto lo debilitaron significativamente.

Más intrigante aún es el destino del cinturón interior rico en protones. Los científicos de la NASA sugieren que "es probable que siga ahí hoy en día", aunque confirmarlo resulta imposible desde que el CIRBE completó su misión en octubre de 2024, cuando reentró en la atmósfera terrestre y se desintegró.

Impacto en futuras misiones espaciales

El hallazgo no solo supone una curiosidad científica. Los cinturones de radiación pueden afectar significativamente a las naves espaciales y representar riesgos para los astronautas que los atraviesan. Comprender su formación y comportamiento resulta crucial para la seguridad de futuras misiones espaciales, especialmente considerando que nos encontramos en el máximo solar, la fase más activa del ciclo solar de 11 años.

La persistencia de los cinturones adicionales también subraya la importancia de monitorear de cerca los cambios en el entorno magnético de la Tierra. Una tormenta solar lo bastante fuerte puede añadir "capas" imprevisibles a nuestra protección natural, alterando la dinámica de la magnetosfera y la forma en que nuestros satélites y sistemas de comunicación interactúan con el espacio.

"Es realmente asombroso", concluye Li, claramente orgulloso de que su "pequeñísimo CubeSat" haya logrado semejante descubrimiento antes de su dramático final.

Editado por Felipe Espinosa Wang con información de la NASA, Live Science y Universe Today.

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