La relación entre la administración Trump y la agencia de noticias Associated Press (AP) se vio afectada recientemente cuando la Casa Blanca excluyó a la agencia de un evento en la Oficina Oval. La razón del veto fue que AP se negó a seguir la orden ejecutiva sobre cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”.
Este incidente ha generado controversia, con la agencia defendiendo su derecho a mantener la independencia editorial y resaltar la importancia de un periodismo imparcial y preciso.
En ese sentido, Julie Pace, editora ejecutiva de AP, expresó su preocupación por la represalia, calificándola como un ataque a la libertad de prensa. “Es alarmante que la administración Trump castigue a AP por su periodismo independiente”, indicó.
Además, destacó que esta restricción al acceso a la Oficina Oval no sólo perjudica al trabajo de la agencia, sino que también limita el derecho del público a recibir información objetiva. A su juicio, la medida infringe la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege la libertad de expresión y prensa.
¿Realmente se debe llamar “Golfo de América” al Golfo de México?
El fondo del conflicto radica en la decisión de Trump de modificar el nombre del Golfo de México, una extensión de agua que ha sido conocida por este nombre durante más de 400 años. La orden ejecutiva solo tiene validez dentro de Estados Unidos, lo que significa que México y otros países no están obligados a adoptar este cambio.
A pesar de esta nueva directriz, AP continuó utilizando el nombre de Golfo de México, una práctica que considera crucial para garantizar que los nombres geográficos sean comprensibles y universales para su audiencia global.
Finalmente, AP señaló que como agencia de noticias internacional, su compromiso es con el periodismo factual y no partidista, lo que implica adherirse a una guía de estilo basada en el uso común y el reconocimiento global de los nombres geográficos.