De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), México desempeña un papel trascendental en la extracción y comercio ilícito de animales, ya que es una de las naciones con mayor biodiversidad del planeta y su ubicación geográfica facilita la comunicación con diversos países. En esta ocasión, traficantes intentaron enviar más de 100 tortugas y ranas vivas envueltas en calcetines.
Tortugas y ranas dentro de calcetines rumbo a Tokio
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que durante la madrugada del 21 de febrero se aseguraron 137 ejemplares de vida silvestre en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) Benito Juárez.
Entre los animales incautados había 121 tortugas y 16 ranas, las cuales estaban envueltas en calcetines y guardadas en tuppers, todo empaquetado en dos maletas con destino al Aeropuerto Internacional de Narita en Tokio, Japón.
Según información proporcionada por la Profepa, la Unidad Naval de Protección Aeroportuaria de la Marina y la aerolínea, el contenido inusual de las dos maletas fue detectado durante la revisión de equipaje con rayos X.
Dentro de las maletas se encontraron 53 tortugas de caja (Terrapene carolina), una de ellas muerta; tres tortugas de monte (Terrapene nelsoni); 10 tortugas chacarita cora (Kinosternon cora); 53 tortugas chopontil (Claudius angustatus); dos tortugas pecho de carey (Trachemys venusta); y 16 ranas árbol coronadas (Triprion spinosus).
¿Cuál es el estado de salud de las tortugas y las ranas?
Con excepción de las tortugas pecho de carey y las ranas árbol coronadas, que no se encuentran listadas en alguna categoría de protección, el resto de los ejemplares están incluidas en la NOM-059-SEMARNAT-2010, que se refiere a la protección de especies nativas de México de flora y fauna silvestres, así como en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Tras una revisión médico-veterinaria, la Profepa confirmó que las tortugas se encontraban en aparente buen estado físico, sin lesiones, con extremidades completas y buena respuesta a estímulos. En contraste, las ranas presentaban un estado físico regular, estaban aletargadas, aunque también tenían extremidades completas y no presentaban lesiones.
De uno a nueve años de cárcel por tráfico de animales
Los ejemplares asegurados no contaban con ningún sistema de marcaje que permitiera su plena identificación o que acreditara su procedencia legal. Por ello, la Profepa está preparando la información necesaria para presentar una denuncia penal contra la persona que documentó las maletas con los ejemplares.
De acuerdo con la Profepa, el tráfico de animales está penado con entre uno y nueve años de prisión y multas de 300 a 3000 días, según el artículo 420, fracción IV del Código Penal Federal. La pena se puede incrementar hasta en tres años de prisión y 1000 días adicionales de multa si las actividades afectan un área natural protegida o si tienen fines comerciales.