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EE.UU. y el polvorín de la crisis social en Haití

El jueves, el gobierno de Donald Trump anunció la eliminación de la protección migratoria para medio millón de haitianos. ¿Qué implicaciones tiene esta decisión para Haití y para Estados Unidos?Por teléfono desde Miami, una trabajadora social describe un ambiente de "terror absoluto” entre sus clientes de origen haitiano.

"Si me deportan, ¿qué pasa con nuestros hijos, que son ciudadanos estadounidenses? ¿Los dejamos atrás? Si es así, ¿con quién? ¿Cómo podemos verificar su bienestar desde Haití?” son las preguntas que le hacen. Ella no tiene las respuestas. Hasta ahora, nadie parece tener respuestas definitivas.

"Es urgente encontrar soluciones, ya sea a través de la tecnología, como una aplicación, u otro mecanismo que permita a los padres deportados monitorear el bienestar de sus hijos si los dejan atrás”, afirma.

Lecciones de deportaciones anteriores

De pronto, un escenario como este parece una realidad posible para muchos migrantes haitianos que, según la decisión del gobierno de Donald Trump, pronto perderán su protección y podrían quedar expuestos a la deportación.

El Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés)está diseñado para amparar a personas en Estados Unidos que no pueden regresar de manera segura a sus países de origen. Esto incluye a medio millón de haitianos, en un momento en que su país atraviesa una profunda crisis política y de seguridad.

Las experiencias de la última ola importante de deportaciones a Haití, que tuvo lugar en 2021, muestran que las personas deportadas a menudo se encuentran en una situación de vulnerabilidad al regresar al país.

Muchos de ellos se hallan sin hogar. Lasbandas criminales controlan la mayor parte de la capital, y más de un millón de personas están desplazadas dentro de Haití,según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

A menudo no pueden contar con la ayuda económica de sus familiares, quienes dependían de las remesas enviadas por sus parientes en los EE. UU. que fueron deportados. Por lo tanto, los expertos advierten del riesgo de que un retorno masivo agrave la crisis humanitaria en Haití.

Gédeon Jean, director de la organización haitiana de derechos humanos CARDH, explica que el Estado haitiano no tiene la capacidad de brindar ningún tipo de apoyo a los retornados, ni en términos financieros, ni en cuanto a protección de derechos humanos.

"El sistema judicial de Haití es totalmente disfuncional, y el gobierno no podrá garantizar ni siquiera una protección mínima”, señala.

Efecto contraproducente

Si las deportaciones agravan la crisis humanitaria en Haití, eventualmente podrían tener un impacto negativo en Estados Unidos, según Daniel Foote, exdiplomático estadounidense que fue enviado especial para Haití en el gobierno de Joe Biden.

Foote, quien ahora trabaja como consultor independiente, renunció a ese cargo en septiembre de 2021 debido a su desacuerdo con la política de Biden de deportar a miles de migrantes haitianos ese año.

Está convencido de que, a largo plazo, las deportaciones generarán otro grupo de refugiados. "La política migratoria de Trump no reducirá el deseo de llegar a EE. UU.,” afirma. "Solo hará que las personas recurran a medios aún más peligrosos para llegar allí".

Relata que, antes de renunciar en 2021, vio a los medios de prensa preguntar a los haitianos que llegaban al aeropuerto qué harían a continuación. "Ellos decían que intentarían regresar a Estados Unidos", comenta.

"Al final, podría haber más actividades ilícitas”

Además, esto podría suponer un riesgo de seguridad para EE. UU., según Foote.

Debido a su ubicación -Haití está a solo unos 900 kilómetros de la costa de Florida- y a su inestabilidad política, el país se ha convertido en un importante punto de tránsito para el tráfico de drogas, la trata de personas y el contrabando de armas.

El riesgo de que las personas deportadas al país caigan en la pobreza y la desesperación las hace más vulnerables al reclutamiento por parte de las pandillas, que han sido descritas como el "mayor empleador del país”.

"Las personas que enviemos de regreso a Haití tendrán que encontrar una manera de sobrevivir. Al final, esto podría derivar en más actividades ilícitas fluyendo entre Haití y Estados Unidos”, dice Foote.

Desafíos logísticos y legales

La pregunta es si y cuándo tendrán lugar realmente tales deportaciones.

Es poco probable que los defensores de los derechos de los inmigrantes acepten los planes de la administración Trump sin luchar. Durante el primer mandato de Trump, los intentos de eliminar el TPS para ciertos países fueron detenidos por los tribunales federales.

Además, existen desafíos logísticos para llevar a cabo deportaciones masivas. "EE. UU. simplemente carece de los recursos, financiamiento, autobuses, aviones y personal para llevar a cabo tal operación", señala Foote. "El gobierno parece estar trabajando para construir la infraestructura necesaria para hacerlo posible en el futuro”, comenta Foote.

(ers)

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