Este 5 de marzo, la Iglesia Católica inicia la Cuaresma con la celebración del Miércoles de Ceniza, un tiempo de reflexión y preparación espiritual para millones de fieles. Sin embargo, este año la ceremonia en Roma será distinta, ya que el papa Francisco no presidirá la tradicional misa debido a su estado de salud.
El pontífice, de 88 años, fue hospitalizado el pasado 14 de febrero en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma por una bronquitis que evolucionó a neumonía bilateral. Aunque ha superado la fase crítica, su recuperación sigue siendo delicada. Por esta razón, el Vaticano anunció que el cardenal Angelo De Donatis, Penitenciario Mayor, presidirá la liturgia en su nombre.

Cada diócesis celebrará la liturgia
La ausencia del Papa ha suscitado diversas interpretaciones, pero el padre Jorge Enrique Mújica, especialista en temas de El Vaticano, destacó que la presencia del pontífice no es obligatoria para esta celebración. Lo más importante, subrayó, es que cada diócesis y cada persona vivan este tiempo de reflexión con espíritu renovado.
Incluso en momentos difíciles, como durante la pandemia de COVID-19, el papa Francisco mostró la capacidad de adaptación de la Iglesia al presidir la ceremonia con medidas sanitarias. Esta flexibilidad reafirma que la esencia de la Cuaresma no radica en quién preside la misa, sino en la invitación a la conversión y la preparación del corazón.

Oración por la salud del Papa
La celebración en Roma seguirá su curso con la procesión penitencial desde la iglesia de Sant’Anselmo all’Aventino hasta la Basílica de Santa Sabina, donde se realizará la imposición de ceniza.
Mientras tanto, la salud del Papa es motivo de oración para millones de fieles, que encuentran en este tiempo litúrgico una oportunidad para fortalecer su fe.
Para ayudar a vivir la Cuaresma con profundidad, el movimiento Regnum Christi ofrece recursos gratuitos que invitan a imitar las actitudes de los santos, con gestos concretos de servicio, esperanza y alegría, incluso en medio de las dificultades.