El senador Gerardo Fernández Noroña rompió en llanto durante su intervención en el pleno del Senado al rendir homenaje a su abuela, María de la Luz Velázquez Villalobos, en el marco de la conmemoración adelantada por el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Visiblemente conmovido, el morenista relató la historia de vida de su abuela, nacida en 1930 en condiciones de extrema pobreza y desigualdad. Recordó que, pese a ser indígena, huérfana y de escasos recursos, logró concluir la educación primaria, aunque las expectativas sociales de la época la llevaron a casarse muy joven, cumpliendo con el destino impuesto a muchas mujeres de su generación.
“El matrimonio resultó ser una prueba más de su fortaleza, pues su esposo salió muy ‘alcaldenorado’, machista y maltratador”, expresó Fernández Noroña con la voz entrecortada.
Larga vida a la memoria de María
En un contexto en el que el divorcio era mal visto, María de la Luz tomó la valiente decisión de separarse y criar sola a sus tres hijos, a quienes sostuvo con su trabajo como costurera.
El senador destacó que su abuela no solo sacó adelante a sus hijos, sino también a cinco nietos, de los cuales dos lograron llegar a la universidad, abriendo camino a nuevas oportunidades para la familia.
“Larga vida a la memoria de María de la Luz Velázquez Villalobos”, arengó Fernández Noroña antes de quedar sin palabras, con lágrimas evidentes.
El emotivo momento fue acompañado por un aplauso de sus compañeros de bancada, mientras las senadoras Lucía Trasviña, Verónica Camino e Imelda Castro se acercaron para brindarle ánimo.
