¿Has escuchado hablar sobre el impuesto rosa? En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, es importante entender qué significa este término y su relación con la lucha feminista. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), a través de su revista, ha publicado un artículo titulado Igualdad de Género: Acceso Equitativo a Bienes y Servicios, donde aborda este tema clave.
¿Qué es el impuesto rosa?
El llamado “impuesto rosa” hace referencia a la carga impositiva desproporcionada que enfrentan las mujeres en México. Esto se debe a que productos y servicios dirigidos específicamente a ellas, como artículos de higiene femenina, ropa y accesorios, suelen tener precios más altos en comparación con productos similares para hombres. Esta práctica refleja estereotipos de género y sexismo en el mercado, lo que refuerza la desigualdad y afecta directamente la autoestima y confianza de las mujeres.
¿Cuál es la relación del impuesto rosa con la lucha feminista?
Este fenómeno no solo es exclusivo de México, sino que se observa a nivel mundial, afectando negativamente a la economía, ya que las mujeres representan hasta el 80% del gasto de consumo. Además, perpetúa la discriminación y los roles tradicionales de género, lo que vulnera los derechos fundamentales de las mujeres.
En México existen leyes que buscan prevenir y sancionar estas prácticas discriminatorias. Entre ellas, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Estas normativas promueven la igualdad de género y protegen el derecho de las mujeres a un acceso equitativo a bienes y servicios.
¿Cómo evitar el impuesto rosa?
Profeco resalta la importancia de tomar conciencia y adoptar medidas para promover la igualdad de género en el mercado. Para ello, recomienda a las y los consumidores investigar antes de comprar, optar por productos que no refuercen estereotipos de género y compartir preocupaciones con amigos y familiares para fomentar un cambio hacia un mercado más inclusivo y respetuoso con todos los géneros.
Promover la igualdad en el acceso a bienes y servicios es un derecho fundamental y un paso crucial para construir una sociedad más justa, donde nadie quede atrás.