Tres atentados con automóviles han causado heridos y muertos en ciudades alemanas en el espacio de pocas semanas.La embestida mortal de un coche en una plaza de una ciudad abarrotada en Alemania ha vuelto a centrar la atención en el uso de vehículos con intención de atentar contra personas.
El atropello en el centro de Mannheim tuvo lugar el lunes (3.3.2025) de Carnaval. Se produjo tras semanas de advertencias sobre posibles atentados terroristas durante este periodo festivo. En esta ocasión, el atentado no parece estar motivado por factores políticos o religiosos. Las autoridades están investigando la salud mental del sospechoso como posible factor.
Sin embargo, la elección de un vehículo como arma letal en este incidente y en los atentados mortales de Múnich y Magdeburgo de las últimas semanas deja abierta la cuestión sobre por qué se utiliza el auto como arma.
Oleada de atropellos en Alemania
Los autos son útiles, pero su tamaño, velocidad y maniobrabilidad también los hacen potencialmente mortales. Aunque no son habituales como arma, en los últimos años se han utilizado cada vez con mayor frecuencia para matar o mutilar a personas.
Los automóviles adquirieron protagonismo como arma terrorista durante una serie de incidentes ocurridos en Israel a principios de la década de 2010.
El grupo Estado Islámico apoyó el uso de vehículos para embestir personas en espacios públicos a mediados de la década de 2010. En Europa, los atentados de Niza -donde murieron 86 personas en un ataque con camión-, el puente de Westminster en Londres, Barcelona y Berlín han sido algunos de los casos más destacados y devastadores.
Sin hilo ideológico común
Muchos de estos atentados tenían motivaciones religiosas y políticas y se produjeron a raíz de que varios grupos islamistas radicales llamaran a cometer ataques utilizando vehículos de fácil acceso. Pero los tres últimos incidentes recientes en Alemania no tienen un hilo ideológico común. Se cree que el presunto autor del atentado de Magdeburgo es un ciudadano saudí con creencias contrarias al Islam.
En cambio, el sospechoso de los asesinatos de Múnich podría tener una motivación proislamista, según la fiscalía. En cuanto al sospechoso de Mannheim, es un individuo nacido en Alemania sin antecedentes de tendencias extremistas.
Lo que sí tienen en común es el auto. En 2018, el sociólogo cultural y experto en estudios culturales Vincent Miller y el criminólogo Keith Hayward fueron coautores de un estudio sobre la naturaleza de los atentados con vehículos como eventos "imitativos". Según los investigadores, estos incidentes funcionan como "memes", ofreciendo un modelo para que otros lo repliquen.
Miller señala recientes atropellos ocurridos en China, que se han descrito como atentados de "venganza contra la sociedad" y han acabado con los autores condenados a muerte. "Las personas que cometen estos atentados suelen sentirse bastante agraviadas, tienen un sentimiento de injusticia y de rabia", explica Miller a DW. "A menudo se trata de atentados improvisados u organizados a toda prisa", explica Miller.
"Son individuos muy diversos: algunos pueden ser radicales musulmanes, otros activistas de la derecha estadounidense, algunos tienen problemas de salud mental. El perfil del autor es muy difícil de definir. Lo principal que tienen en común es el acto".
¿Qué se puede hacer para evitar este tipo de ataques en el futuro?
Pauline Paillé, especialista en seguridad internacional del centro de investigación RAND Europe, participó en un informe de 2022 para la Comisión Europea en el que se estudiaban formas de prevenir los atentados con carro bomba.
"Es algo difícil entender cuáles son las motivaciones y si existe un patrón real o si se trata sólo de una sucesión de hechos aislados", explica Paillé a DW. "No creo que sea una amenaza exclusiva de Europa y, en cuanto a la psicología, creo que depende mucho del tipo de motivaciones y del objetivo político que tengan quienes atacan".
El informe de RAND para la Comisión de la UE investigó cómo puede restringirse el acceso a los vehículos como los que fueron utilizados por los sospechosos en la reciente embestida de Nueva Orleans y la explosión de Las Vegas.
Aumentar las barreras al acceso de vehículos de alquiler podría ser una medida útil. La imposición de requisitos de identificación más estrictos, depósitos financieros y comprobaciones de antecedentes son otras tantas opciones.
El geofencing permite a las autoridades aplicar ajustes a distancia a los vehículos inteligentes, lo que podría dificultar este tipo de ataques por embestida en el futuro.
Un mejor diseño de las zonas urbanas podría ser una de las formas más sencillas de mitigación. Los bolardos son una opción habitual en las zonas urbanizadas, aunque Paillé afirma que la eficacia de las barreras físicas no está clara. "Las barreras físicas (...) pueden ser un elemento disuasorio, pero es difícil evaluar si es así o si la gente va a recurrir a otros medios para ejercer la violencia".
(ms/ers)
