La Nobel de la Paz iraní Narges Mohammadi, en libertad condicional, habló con DW sobre los cambios en Irán, así como sobre sus esperanzas y preocupaciones.Narges Mohammadi, Nobel de la Paz iraní, se encuentra con licencia penitenciaria y pudo hablar con DW. Fue liberada temporalmente a comienzos de diciembre por motivos de salud. En noviembre se le extirpó un tumor benigno en una pierna, y aún no se ha recuperado del todo de la operación. Necesita un andador para caminar, pero visita casi a diario a activistas, participa en protestas y conversa con la gente.
"Después de más de tres años en prisión, estoy presenciando muchos cambios en la sociedad", dice a DW, y se refiere a las protestas que causó en todo Irán la muerte de Jina Mahsa Amini, de 22 años, bajo custodia policial, en 2022.
"Esta sociedad ha cambiado, sobre todo, porque la imagen de la mujer en la vida pública se ha transformado. A pesar de la represión, todavía muchas mujeres se niegan a llevar el pañuelo islámico obligatorio en la cabeza, y eso no es lo único. Luchan para avanzar, paso a paso. Cuando arrestan a una cantante -porque a las mujeres les está prohibido cantar en público- aparece otra. Creo que el régimen se enfrenta a una fuerte resistencia cada día".
Hombres en apoyo a 'Mujer, Vida, Libertad'
Muchos hombres se solidarizan con la resistencia diaria de las mujeres, subraya Mohammadi, y señala como ejemplo el caso de Mehdi Yarahi. El cantante causó revuelo en agosto de 2023 con el lanzamiento de una canción llamada 'Roosarito' (Traducido como: 'Tu pañuelo en la cabeza'). En la canción, que dedicó a "las mujeres nobles de mi patria que valientemente se sitúan en la primera fila del movimiento 'Mujer, Vida, Libertad'", Yarahi canta, entre otras cosas: "Quítate el velo, deja tu cabello libre..."
Luego, Yarahi fue arrestado y condenado a prisión y a recibir 74 latigazos. Posteriormente, le conmutaron la pena por llevar una tobillera electrónica. El 5 de marzo de 2025 fue azotado. Esto desató una ola de indignación en las redes sociales.
No sólo en internet, sino también en el seno de la sociedad, muchas personas expresan su enojo con el sistema político. "Una parte de la población, que ha crecido significativamente en comparación con los últimos años, ahora piensa abiertamente en cómo superar la República Islámica, en el sentido de acabar con un régimen religioso autoritario que es incapaz de reformarse. Creo que veremos grandes cambios", afirma Narges Mohammadi.
Descontento creciente
El descontento sigue creciendo porque el sistema político incompetente es incapaz de solucionar los problemas, explica. "Eso no solo está relacionado con cuestiones sociales y económicas, sino también con problemas medioambientales, como la escasez de agua o la contaminación del aire”, explica Mohammadi.
Esta situación está agravando las protestas en Irán. Muchos conocidos activistas de la sociedad civil se encuentran actualmente entre rejas, por ejemplo, en la sección de mujeres de la prisión de Evin en Teherán. Allí se organizan protestas periódicamente .
A la pregunta de cómo se puede protestar en prisión, Narges Mohammadi, que ha tomado parte en protestas, responde: "Las activistas políticas en el sector para mujeres de la prisión de Evin son mujeres de voluntad fuerte que pueden soportar mucho y no se dejan doblegar. Su resistencia es un reflejo de la sociedad. Cuanto más fuertes son las protestas en la sociedad, más resistencia oponen y más severamente son castigadas. Por ejemplo, son trasladadas a otras prisiones en ciudades distantes, o puestas en régimen de aislamiento. En Irán hay numerosos centros penitenciarios de los que casi nadie sabe nada. Allí, las prisioneras son mantenidas en régimen de aislamiento durante tanto tiempo, hasta que tienen que confesar contra sí mismas, una confesión que podría servir como base para su ejecución", señala.
Apuesta por la fuerza de la solidaridad internacional
Narges Mohammadi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2023 por su labor pacífica en favor de las mujeres y los derechos humanos en Irán, y una de las activistas iraníes más conocidas, pronto podría ser encarcelada nuevamente. Ella no tiene miedo y no se deja intimidar. Piensa que los medios de comunicación, el apoyo internacional y la opinión pública mundial podrían desempeñar un papel importante para el movimiento de mujeres en Irán.
"La solidaridad de ustedes fortalece a los valientes hombres y mujeres iraníes en su camino hacia la libertad y la democracia. Espero que este apoyo ponga un día de rodillas a la República Islámica, para que las ejecuciones, la opresión de las mujeres y el apartheid de género puedan finalmente terminar".
(cp/rml)
