Con Europa centrándose más en su propio territorio, los expertos advierten que las iniciativas para apoyar la seguridad asiática podrían quedar en el olvido.Hace unos años, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró que la Unión Europea (UE) quería "adoptar un papel más activo en el Indopacífico".
Ahora, el futuro de ese compromiso está en duda, ya que Europa se dispone a emprender un programa de rearme único en su historia.
Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, ha reflexionado abiertamente sobre la posibilidad de reducir las garantías de seguridad, lo que podría dejar a los Estados europeos con la carga de un alto al fuego incierto en Ucrania y, eventualmente, de otros conflictos provocados por el presidente ruso Vladimir Putin.
"Estamos en una era de rearme", declaró Von der Leyen el 4 de marzo durante el lanzamiento por parte de la Comisión Europea del programa ReArmar Europa, que pretende movilizar alrededor de 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años.
La estrategia de la UE en el Indopacífico
Desde 2021, la mayoría de los grandes Estados europeos han adoptado "estrategias indopacíficas" y se han comprometido a defender el orden internacional en la región basado en normas.
"Lo que ocurre en la región del Indopacífico tiene un impacto directo en Europa debido a nuestros fuertes vínculos comerciales y de inversión extranjera directa", escribió en noviembre el entonces responsable de política exterior de la UE, Josep Borrell.
Por ejemplo, Alemania y varios otros Estados europeos han firmado pactos de defensa con Vietnam, que ha enfrentado tensiones con China por décadas por territorios en disputa en el mar de China Meridional.
Filipinas, cuyas disputas marítimas con China se intensificaron desde el año pasado, firmó acuerdos de defensa con la UE y Reino Unido, mientras que Francia negocia actualmente un acuerdo de fuerzas visitantes para permitir el acceso de sus tropas a las bases militares filipinas. El portaaviones nuclear francés Charles de Gaulle participó en ejercicios de combate con las fuerzas filipinas por primera vez hace un par de semanas.
En los últimos años, buques de guerra de Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y Reino Unido han ejercido misiones de "libertad de navegación" en el Indopacífico para contrarrestar las reivindicaciones de China sobre vías navegables internacionales.
Pero con el drástico cambio de rumbo en el apoyo estadounidense a Ucrania y el escaso apoyo de la administración Trump a la OTAN, "los europeos se centrarán mucho más en apoyar a Kiev y fortalecer la capacidad de defensa europea", declaró a DW Zachary Abuza, profesor de la Escuela Nacional de Guerra, en Washington.
"Los europeos simplemente no tienen los recursos para garantizar su propia seguridad mientras apoyan la seguridad asiática", agregó.
¿Europa primero?
Los analistas están divididos, pero la impresión general es que, si bien los recursos europeos se verán limitados, un enfoque de "Europa primero" no significa abandonar a los socios asiáticos.
Ian Storey, investigador principal del Instituto Iseas-Yusof Ishak, señaló que dado que las preocupaciones de seguridad europeas se centran principalmente en el teatro de operaciones terrestre y los problemas asiáticos de seguridad son principalmente de naturaleza marítima, algunos Estados europeos "probablemente puedan permitirse enviar algunos buques de guerra al año y posiblemente un grupo de batalla de portaaviones cada dos años".
"La presencia militar de Europa siempre ha sido principalmente simbólica, pero los símbolos importan y los países del sudeste asiático no verán con buenos ojos un menor compromiso con la región por parte de sus socios europeos", añadió.
Además, el rearme europeo podría tener algunos beneficios para los países asiáticos, declaró a DW el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Politécnica de Filipinas, Joshua Espena.
Problemas financieros
La UE avanza en las negociaciones de un tratado de libre comercio (TLC) con Tailandia, que podrían finalizar este año. Las negociaciones del pacto comercial con Malasia se reanudaron en enero tras un paréntesis de 12 años. A finales de febrero, Von der Leyen declaró que la UE e India también esperan finalizar un TLC este año.
Sin embargo, días después de que Reino Unido anunciara un aumento considerable del gasto en defensa, Londres anunció que recortaría su presupuesto de ayuda exterior de 0,5 por ciento del producto interno bruto a 0,3 por ciento en 2027.
Francia aplicó un recorte de 35 por ciento al desarrollo en el extranjero a principios de este año, mientras que es probable que Países Bajos siga el ejemplo, priorizando sus propios "intereses", según un comunicado reciente del gobierno.
"Si las prioridades europeas de defensa se centran cada vez más en su vecindad inmediata, los compromisos (financieros) en el sudeste asiático podrían no ser sostenibles a largo plazo", explicó a DW la investigadora principal y coordinadora del Centro de Estudios de la ASEAN en el Iseas-Instituto Yusof Ishak, Joanne Lin Weiling.
(rr/dzc)