La Cámara Alta del Parlamento alemán, el Bundesrat, aprobó el plan masivo de inversiones del futuro jefe de Gobierno, el conservador Friedrich Merz, que busca rearmar y modernizar el país.El Bundesrat, el órgano de representación de los 16 estados federados alemanes, que hace las veces de Cámara Alta del Parlamento, aprobó este viernes las reformas constitucionales destinadas a dar un impulso histórico al gasto en defensa, además de crear un fondo de 500.000 millones de euros para infraestructuras.
El plan, de varios cientos de miles de millones de euros y que precisa cambiar las estrictas normas de límite de deuda de la Constitución alemana, fue aprobado superando la necesaria mayoría de dos tercios, con 53 votos de 69 en el Bundesrat.
Una revolución para Alemania
El proyecto, acordado con los socialdemócratas del SPD, futuros aliados de los conservadores de la CDU/CSU en el próximo Gobierno, y con Los Verdes, en la oposición, representa una revolución para Alemania y ya obtuvo el martes la luz verde de los diputados del Bundestag, la Cámara Baja.
Durante décadas de ortodoxia presupuestaria, Alemania descuidó el gasto militar, aprovechando la protección estadounidense consecutiva al fin de la Segunda Guerra Mundial.
Pero el impacto de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 y el alejamiento de Estados Unidos de Europa, bajo el impulso del presidente Donald Trump, provocaron un cambio de política en Alemania.
"Debemos hacer todo para que Alemania vuelva a tener una de las Fuerzas Armadas más potentes de Europa y pueda protegerse", dijo el jefe conservador de Baviera, Markus Söder (CSU), en la tribuna del Bundesrat.
"Primer gran paso hacia una nueva comunidad europea de defensa"
El martes, el futuro canciller, Friedrich Merz, dijo que las medidas eran un "primer gran paso hacia una nueva comunidad europea de defensa" que incluya "países que no son miembros de la Unión Europea", como el Reino Unido y Noruega.
Concretamente Alemania va a flexibilizar el "freno de la deuda", una disposición constitucional que limitaba el endeudamiento al 0,35 % del PIB para el Gobierno federal, mientras que a los estados federados les impedía tener déficit: ahora, se libera de todo límite el gasto en defensa que supere el 1 % del PIB (unos 43.000 millones de euros) y ofrece posibilidades de endeudamiento a las administraciones regionales.
Fondo especial para las infraestructuras y el clima
A eso se agrega un fondo especial -fuera del presupuesto- de 500.000 millones de euros en 12 años para modernizar las infraestructuras y reactivar la primera economía de Europa, entre los cuales figuran 100.000 millones destinados a la transición climática.
La medida ahora espera revisión y aprobación formal por parte del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier.
Críticos y detractores
Detractores políticos de estas reformas intentaron detenerlas por todos los medios, incluidos recursos al Tribunal Constitucional, sin éxito. Hasta este jueves, habían recurrido al Tribunal Constitucional: el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), La Izquierda, la formación populista de izquierdas Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), el liberal FDP y hasta un diputado independiente.
La mayoría de dos tercios en el Bundesrat se había considerado incierta durante mucho tiempo porque no estaba claro cómo votarían los Gobiernos estatales en los que cogobernaban La Izquierda, los liberales del FDP, los Electores Libres (FW) y el BSW (escindido de La Izquierda).
La Cámara Alta de Alemania o 'Bundesrat' cuenta con 69 escaños, que ocupan los representantes de las coaliciones que gobiernan las 16 regiones del país, y para dar luz verde a las reformas constitucionales son necesarios los votos afirmativos de dos tercios, es decir, 46 votos.
Los estados federados en los que gobiernan CDU, SPD y Los Verdes suman 41 votos, y Baviera, donde gobierna la CSU con la agrupación de Electores Libres (FW), cuenta con 10 escaños.
Cambios de opinión
Aunque en el FW mostraron malestar inicial con unas reformas que flexibilizan el endeudamiento de un país con fuerzas conservadoras tradicionalmente comprometidas con el equilibrio presupuestario, el líder de esa formación, Hubert Aiwanger, cambió de opinión esta semana, facilitando el sí de Baviera.
El viernes por la mañana, Mecklemburgo-Pomerania Occidental y Bremen también anunciaron que estarían de acuerdo (en ambos estados federados gobiernan coaliciones del SPD y La Izquierda). Segura se consideraba la aprobación de los Gobiernos estatales con participación gubernamental exclusiva del SPD, la CDU y Los Verdes.
Los estados de Brandeburgo, Sajonia-Anhalt, Turingia y Renania-Palatinado se abstuvieron finalmente, y sus abstenciones se contaron como votos de oposición.
Merz defendió hoy su decisión y enfatizó la necesidad de una acción rápida a la luz de los desafíos geopolíticos y de seguridad. Reconoció las críticas, incluso dentro de su propio partido, y dijo que era consciente de que estaba asumiendo un riesgo político, también en términos de su credibilidad personal.
La enmienda representa un cambio radical para el propio Merz, quien antes había criticado el gasto deficitario, pero terminó impulsando esta votación del saliente Parlamento. Así, se ha evitado el bloqueo de la medida por la ultraderecha de AfD, representada con mucha mayor fuerza en el Bundestag emergido de las últimas elecciones, que inicia su labor a partir del 25 de marzo.
rml (reuters, dpa, efe)