Con el propósito de mejorar el aprendizaje y evitar distracciones en las aulas, la diputada del Partido del Trabajo (PT), María Isidra de la Luz Rivas, presentó una iniciativa para reformar la Ley General de Educación y prohibir el uso de celulares, tabletas y relojes inteligentes en los planteles de educación básica, con excepción de alumnos con necesidades especiales.
La propuesta, que fue turnada a la Comisión de Educación, busca modificar los artículos 42 y 84 de la norma vigente.
En el documento, se destaca que las horas de clase son fundamentales para el desarrollo educativo, cultural y social de los menores. Además, advierte que el uso constante de dispositivos electrónicos puede limitar sus interacciones sociales y afectar habilidades como la empatía, la asertividad y la resolución de conflictos.
Redes sociales distraen capacidad aprendizaje
La diputada subrayó que los estudiantes de educación básica dedican mucho tiempo a las redes sociales, tanto en casa como en la escuela, accediendo a Facebook, Instagram, TikTok y YouTube, lo que no solo distrae su capacidad de aprendizaje, sino que también representa un riesgo para la privacidad de sus datos.
El documento menciona que la UNESCO recomienda prohibir el uso de celulares en las aulas para evitar que los alumnos se desconcentren. De acuerdo con el organismo, basta con tener un teléfono cerca para que los estudiantes pierdan la atención en clase y tarden hasta 20 minutos en recuperar el enfoque.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que los niños menores de dos años no usen pantallas y que aquellos de 2 a 5 años las utilicen menos de una hora al día. Para niños de 5 a 17 años, se recomienda un máximo de dos horas diarias.
Países limitan uso de de dispositivos en clase
Según la OMS, el uso excesivo de dispositivos puede provocar problemas de conducta, trastornos del sueño, depresión infantil, ansiedad y dificultades en el aprendizaje.
A nivel internacional, 79 países han prohibido o limitado el uso de celulares en las escuelas, incluyendo España, Francia, China y Estados Unidos.
Finalmente, la iniciativa contempla una excepción para la educación especial, permitiendo el uso de dispositivos en casos donde los alumnos requieran herramientas tecnológicas adaptadas a sus necesidades de aprendizaje.