En los últimos meses, Tesla ha sido objeto de una serie de ataques vandálicos en Estados Unidos, incluyendo incendios de vehículos y estaciones de carga, así como daños en concesionarios.
Estos incidentes han llevado al FBI y a la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) a formar un grupo especial para investigar estos actos, considerados como terrorismo doméstico.

Ben Williamson, director adjunto para Asuntos Públicos del FBI, confirmó en su cuenta de X que esta unidad ha sido creada en conjunto con la ATF.
Caen acciones de Tesla
La violencia ha sido atribuida a la creciente influencia de Elon Musk en la administración de Donald Trump, lo que ha generado descontento en ciertos sectores. Además, se han identificado campañas en línea, como “Tesla Takedown”, que incitan a boicotear la compra de vehículos de la marca.
Han provocado un notable caída en las ventas del fabricante líder en vehículos eléctricos y que se han traducido en un notorio descenso de sus acciones.

En respuesta, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó a los responsables de estos actos como “terroristas enfermos” y sugirió que “quizá podrían ir a las prisiones de El Salvador”, en referencia a las cárceles de máxima seguridad del país centroamericano.
Hasta la fecha, tres personas han sido imputadas por su presunta participación en estos ataques y enfrentan cargos que podrían resultar en hasta 20 años de prisión.
Las autoridades continúan investigando estos incidentes para garantizar la seguridad de las instalaciones y vehículos de Tesla en todo el país.
