El Departamento de Defensa de los Estados Unidos autorizó a soldados del Comando Norte a patrullar activamente la frontera sur del país, que colinda con México, con el objetivo de detectar y rastrear a inmigrantes indocumentados.
Esta medida, ordenada por el secretario de Defensa, Peter Hegseht, refuerza las estrategias de monitoreo y captura de inmigrantes ilegales implementadas por el Buró de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP).
Según el comunicado del Comando Norte, los militares estarán utilizando vehículos tácticos y realizando patrullajes a pie en zonas designadas por el CBP, lo que les permitirá detectar y monitorear movimientos sospechosos.
La autorización adicional también otorga a los soldados la capacidad de brindar apoyo logístico al personal del CBP, proporcionando transporte terrestre con vehículos militares para patrullar diversas rutas fronterizas.
Evitar cruce ilegal
Antes de esta nueva autorización, los soldados desplegados en la región solo tenían la misión de observar y reportar actividades sospechosas a las autoridades migratorias. Ahora, con la nueva autorización, se intensificarán los esfuerzos para prevenir el cruce ilegal de inmigrantes en áreas clave de la frontera.
El Comando Norte, bajo la dirección del presidente Donald Trump, tiene actualmente desplegados alrededor de 9,000 soldados en la zona limítrofe con México, en el marco de una declaración de emergencia nacional relacionada con la inmigración ilegal.
“La autorización para transportar a personal del CBP durante los patrullajes significa que personal (militar) estará cerca y a la mano para llevar a cabo actividades necesarias de la aplicación de la ley”, apunto el comunicado del jefe del Comando Norte, Gregory Guillot.
El Departamento de Defensa indica que previo a esta autorización de patrullaje militar, los soldados desplegados a la región solamente observaban y reportaban a las autoridades migratorias cualquier movimiento de actividad sospechosa.
Este despliegue militar en la frontera con México forman parte de las medidas de seguridad implementadas como parte de la estrategia fronteriza del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para controlar el flujo migratorio.
