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Groenlandia entre Trump, la independencia y el fútbol

El deseo de Donald Trump de controlar Groenlandia pone la independencia de la isla en el punto de mira. El fútbol de Groenlandia quiere estar en el escenario mundial, con o sin Trump.Islas Cook, San Marino, Macao, Aruba, Samoa Americana y Liechtenstein. Todos estos países, sean reconocidos por las Naciones Unidas o no, tienen la oportunidad de participar en los mundiales de fútbol, por improbable que parezca desde el punto de vista deportivo. Sin embargo, esto no aplica para Groenlandia.

En la enorme isla viven 57.000 personas y las condiciones climáticas son de las más extremas del mundo. El 80 por ciento de la superficie terrestre está cubierta por una capa de hielo. Estas condiciones hacen que los deportes al aire libre, como el fútbol, sean imposibles durante diez meses al año, incluso en campos de césped artificial.

A pesar de la popularidad de los deportes de interior como el balonmano, el futsal (fútbol sala) y el bádminton, el fútbol sigue siendo el deporte número uno. Los deportes de invierno no están tan extendidos en Groenlandia como podría suponerse. El clima es demasiado hostil la mayor parte del año, incluso para el esquí o para otros deportes de nieve.

"El sistema deportivo de Groenlandia es un reflejo del danés", explica el profesor Rasmus Storm, del Instituto Danés de Estudios Deportivos, a DW. "Tienen una estructura con federaciones deportivas y diversas disciplinas que reciben grandes subsidios públicos de Dinamarca. Así que, en relación con su tamaño, están bastante bien financiados".

El fútbol de élite parece imposible

Groenlandia tiene su propia federación de fútbol desde 1971. En 1980, la selección masculina jugó su primer partido internacional. Sin embargo, la federación no es miembro de la FIFA ni de la UEFA, por lo que no puede participar en competiciones oficiales como la clasificación para la Eurocopa o el Mundial.

Por ahora, los futbolistas groenlandeses forman parte de la CONIFA (Confederación de Asociaciones de Fútbol Independientes), pero aún no han logrado clasificarse para un torneo mundial o europeo de esta organización.

El clima extremo y la dificultad para viajar dentro de Groenlandia hacen que el desarrollo del fútbol de alto nivel sea muy complicado, si no imposible. "Las posibilidades de formar un equipo de élite en Groenlandia son muy, muy limitadas", analiza Storm, quien ha investigado ampliamente sobre el deporte en la isla y ha viajado allí con fines académicos.

¿Reconocimiento por parte de la CONCACAF?

Aunque Groenlandia está políticamente vinculada a Dinamarca, geográficamente se encuentra más cerca de América del Norte. Por eso, el país busca el reconocimiento de la CONCACAF, la confederación de fútbol de América del Norte, Centroamérica y el Caribe dentro de la FIFA.

La UEFA no es una opción, ya que solo acepta países reconocidos por la ONU, pero la CONCACAF no pide ese requisito.

El 4 de abril, representantes de la Federación de Fútbol de Groenlandia (KAK) y de la CONCACAF se reunirán en Londres para discutir una posible adhesión. Sin embargo, aún no hay detalles claros sobre el proceso. "Esta reunión es crucial para que KAK se convierta en el miembro número 42 de la CONCACAF", afirman fuentes groenlandesas.

Originalmente, la reunión debía realizarse a finales de febrero en la sede de la CONCACAF en Miami, pero fue pospuesta seis semanas. Esto podría estar relacionado con la reciente controversia en torno a Donald Trump. "Groenlandia ha recibido mucha atención debido a Trump, y me imagino que el momento no era el ideal para la CONCACAF", dijo el presidente de la KAK, Kenneth Kleist, al medio danés TV 2 Sport.

La independencia, un tema candente

El actual primer ministro de Groenlandia, Mute B. Egede, quiere que su país sea independiente, en lugar de seguir siendo un territorio danés o convertirse en una posesión estadounidense.

En su discurso de Año Nuevo, pidió que Groenlandia "se libere de las cadenas del colonialismo", aunque también mencionó que su Gobierno estaba abierto al diálogo con la administración de Trump. Sin embargo, no habrá encuentro con la delegación estadounidense que visitará Groenlandia esta semana, en la que participará Usha Vance, esposa del vicepresidente de EE.UU.

Jens-Frederik Nielsen, líder del partido Demócratas de Groenlandia y probablemente el próximo primer ministro tras las elecciones del 11 de marzo, también se muestra escéptico ante los planes de anexión de EE.UU.

Para el experto en deportes Rasmus Storm, el deseo de Groenlandia de tener un equipo de fútbol en la escena mundial responde más a cuestiones de "identidad y orgullo nacional" que a una verdadera posibilidad de ser competitivos, dada la población y el clima de la isla. Lo mismo ocurre con muchos otros países como Islas Cook, San Marino, Macao, Aruba, Samoa Americana y Liechtenstein.

(gg/ms)

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