Este miércoles, el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) se vio obligado a suspender temporalmente sus servicios de consulta ambulatoria y radioterapia debido a un corte de electricidad en su sede principal, ubicada en el edificio de San Fernando. Este imprevisto afectó de manera directa a los pacientes que dependen de atención urgente para su tratamiento.
El INCan, uno de los hospitales más importantes en México para el tratamiento de cáncer, informó a través de un comunicado que debido a la interrupción en el suministro eléctrico, se suspendieron estos servicios vitales, lo que generó preocupación entre los pacientes y sus familias.
En el comunicado, las autoridades del hospital aseguraron estar trabajando “de la mano” con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para restablecer el servicio eléctrico lo antes posible, sin embargo, no se especificó cuánto tiempo podría tomar la normalización de los servicios.
Falla eléctrica alarma a pacientes
En una publicación de X, Juan Ortíz denunció que “esto no es una clínica cualquiera. Es el INCan. Es cáncer. Es urgente. Ojalá arreglen el tema de la luz”. Además compartió un video grabado a las afueras del hospital. “Ni modo, vamos a tener que reprogramar. Hoy está detenido el Instituto Nacional de Cancerología porque no hay luz, no hay agua y nos van a reprogramar", lamentó la paciente.
Este tipo de interrupciones en un hospital especializado en oncología es particularmente alarmante, ya que los pacientes con cáncer requieren atención médica continua y tratamientos que no pueden retrasarse.
Cabe mencionar que la consulta ambulatoria y las sesiones de radioterapia son esenciales para el control y tratamiento de la enfermedad, por lo que la suspensión de estos servicios representa un reto significativo para los pacientes en tratamiento.
El INCan, en su comunicado, expresó que está haciendo todo lo posible para resolver la situación y lamentó los inconvenientes ocasionados. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, ya que se trata de una enfermedad cuya atención no puede esperar. Las familias de los pacientes afectados han expresado su angustia, ya que cualquier retraso en los tratamientos puede comprometer la efectividad de los mismos.