Conocido en el mundo del crimen organizado como “El Ratón”, Ovidio Guzmán López ha sido uno de los personajes más mediáticos dentro del Cártel de Sinaloa. Aunque es hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los narcotraficantes más famosos de la historia, Ovidio también ha sido visto como el miembro “más manipulable” de la familia.
De acuerdo con testimonios revelados en el documental “Culiacanazo: Herederos del Narco”, Ovidio era considerado por su propio padre como el hijo “fresita” o el “niño tranquilo”, con aspiraciones de ser diferente a los demás miembros del cártel.
Desde su juventud, El Chapo intentó, en diversas ocasiones, apartarlo del mundo del crimen y llevarlo por un camino distinto al de sus hermanos, pero las circunstancias lo llevaron a ocupar un rol central en la organización.
¿El camino de Ovidio no era el de Dios?
La intención de mantenerlo alejado del narcotráfico era tal que Joaquín Guzmán Loera lo envió a estudiar en un colegio católico en la Ciudad de México. Este esfuerzo por alejar a Ovidio del mundo criminal no fue aislado, ya que tanto su madre, Griselda, como el resto de la familia también trataron durante años de mantenerlo alejado de las armas y de las operaciones del cártel.
No obstante, a pesar de estos esfuerzos, las circunstancias lo llevaron a un destino inevitablemente relacionado con el crimen organizado. La figura de Ovidio comenzó a tomar relevancia dentro de “Los Chapitos”, el grupo formado por los hijos de El Chapo, que tras la captura de su padre, se hicieron cargo del liderazgo del Cártel de Sinaloa.
Rol destacado, pero las decisiones eran de Iván Archivaldo
Según las investigaciones, aunque Ovidio ocupaba un lugar destacado, era su hermano Iván Archivaldo quien tomaba las decisiones más importantes dentro del cártel, siendo el líder más violento y ambicioso de los cuatro hijos de El Chapo.
Ovidio, al ser el más joven de los hermanos, fue descrito como el miembro “más manipulable”. En el seno de “Los Chapitos”, era quien más intentaba ganar el respeto de sus hermanos. Su comportamiento era el de un hijo que deseaba demostrar su capacidad para hacerse cargo de las responsabilidades que le fueran asignadas, pero las decisiones clave del cártel no pasaban por él, sino por Iván Archivaldo, quien tenía aspiraciones mucho mayores, buscando incluso superar a su padre en ser una leyenda del narco.
Aunque Ovidio fue reconocido en el mundo del crimen como una de las figuras principales de “Los Chapitos”, su papel dentro de la organización no era de liderazgo total. Mientras que Iván Archivaldo tomaba las decisiones de mayor peso, Jesús Alfredo Guzmán, otro de los hermanos, se encargaba de las operaciones del cártel, actuando como un puente estratégico con otros colaboradores. Joaquín Guzmán, el hermano menos visible, mantenía un perfil bajo, lejos de los reflectores.
Referente de la narcocultura, la música y la moda
La relevancia de Ovidio Guzmán dentro de la narcocultura creció significativamente, sobre todo tras el “Culiacanazo” de 2019. Durante este incidente, las fuerzas federales mexicanas intentaron capturar a Ovidio, lo que desató una ola de violencia sin precedentes en Culiacán, Sinaloa.
El operativo fallido, que dejó a las autoridades mexicanas con las manos atadas, no solo aumentó la notoriedad de Ovidio, sino que también lo convirtió en un ícono dentro del narcotráfico y un referente para los narcocorridos y la moda. La DEA, debido a su creciente fama, intensificó sus esfuerzos para detenerlo, presionando aún más a “Los Chapitos”.
La figura de Ovidio se convirtió en una especie de leyenda dentro de la cultura del narcotráfico, alimentada por las canciones que le fueron dedicadas y por su aparición en diversos medios. Sin embargo, detrás de esta imagen se encontraba un joven que, según los testimonios de quienes lo conocieron, era más vulnerable y manipulable que otros miembros de su familia.
Ovidio Guzmán fue detenido nuevamente el 5 de enero de 2023, con la intención de ser extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos graves relacionados con el narcotráfico; su traslado al vecino país del norte finalmente tuvo el lugar el 15 de septiembre de ese mismo año y donde la audiencia programada para este 26 de marzo en Chicago fue pospuesta para el 12 de mayo de 2025, en un acuerdo entre fiscales y la defensa del menor de los hijos de Joaquín Guzmán Loera.
