La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) recortó 50 puntos base a su tasa de interés, decisión que permite una reducción de 9.50% a 9.0% en este indicador, que –a su vez– abarata el costo del dinero, tarjetas de crédito y préstamos para personas, negocios y empresas.
El Banco Central explicó que el recorte en la tasa está en línea con la tendencia a la baja que mostró la inflación en las últimas semanas, cuya tasa cayó de 4.21% a 3.77% entre diciembre y febrero pasados.
“La Junta de Gobierno –del Banxico– juzgó que el proceso desinflacionario siguió avanzando” y se encuentra en una etapa donde “se buscará llevarla alrededor de sus promedios históricos previos a la pandemia y a la meta de 3%”, hacia el tercer trimestre de 2026”.
De tal suerte, que “tomando en cuenta el actual panorama inflacionario, se “decidió –por unanimidad– reducir en 50 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 9%”, señaló la institución.
¿Por qué baja el costo de tarjetas y créditos?
La coach en Finanzas, Sandra Huerta, explicó el recorte a la tasa de Banxico implica una reducción de los intereses que pagan los usuarios de tarjetas de crédito, nuevos préstamos personales y nuevos financiamientos empresariales y para negocios.
Ello, apuntó, debido a que la tasa del Banco de México sirve como referencia a los bancos comerciales, para establecer los réditos y el costo de los productos financieros que ofrecen a la población, empresas e instituciones de gobierno.
“Es muy fácil de explicar: cuándo la tasa del Banxico sube, para combatir los altos niveles de inflación, los bancos también incrementan el porcentaje de interés que cobran a sus clientes y titulares de tarjetas de crédito, nuevos prestamos personales y nuevos créditos empresariales o Pymes.
“Y, ahora, que la tasa del Banco de México baja, se abre la puerta para que las instituciones bancarias reduzcan la tasa de interés de sus productos financieros”, apuntó especialista en Finanzas.
Cabe destacar que la eventual reducción en el costo de dichos productos financieros no aplica a los contratos de crédito y prestamos personales actuales, solo a los nuevos; y sí aplica en las tarjetas porque éstas tienen tasas variables, que bajan o suben de acuerdo con las condiciones del mercado y la tasa del Banxico.