José Ramón López Beltrán, hijo del expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reaccionó este viernes a los resultados generados por Grok, el chatbot de inteligencia artificial desarrollado por X (antes Twitter), que difundió información sobre su supuesta relación con lujos, contratos públicos y escándalos de corrupción.
A través de su cuenta oficial, López Beltrán calificó como “imprecisa y falsa” la información que el bot compartió sobre su persona y su vida privada. En su mensaje, enfatizó que su trabajo en KEI Partners, firma donde colabora, es completamente legal y transparente, y que no tiene vínculo directo ni indirecto con contratos del gobierno mexicano, ni con el proyecto del Tren Maya ni con la empresa Baker Hughes.
“La narrativa del ‘estilo de vida lujoso’ basada en redes sociales es información nada objetiva y fuera de contexto”, escribió, asegurando que no existen fuentes de ingreso no declaradas ni pruebas que lo vinculen a actos de corrupción.
Además, recordó que ya se han realizado investigaciones periodísticas y legales sobre su persona, y que no se ha encontrado evidencia de conflictos de interés ni de uso indebido de recursos públicos.
El también abogado aprovechó para dirigirse directamente al bot de X, propiedad de Elon Musk, con un mensaje:
“Le pido a ese chatbot respetuosamente que rectifique y responda pronto a este mensaje”.
La respuesta de López Beltrán generó debate en redes sociales sobre el papel que juegan las IA generativas en la difusión de información política, y hasta dónde plataformas como Grok deben responsabilizarse de verificar los datos que ofrecen sobre figuras públicas.
¿Qué dijo Grok?
En respuesta a la polémica, Grok explicó que la información sobre José Ramón López Beltrán proviene de fuentes periodísticas como Infobae, Proceso, Vanguardia y The Yucatán Times, además de declaraciones emitidas por la empresa Baker Hughes.
Sobre el caso de la residencia en Houston, el chatbot señaló que la controversia surgió por la renta de una casa vinculada a un exejecutivo de Baker Hughes, pero aclaró que la propia empresa investigó y descartó cualquier conflicto de interés.
Respecto al supuesto vínculo con el Tren Maya, Grok explicó que este se infiere por los dueños de KEI Partners, quienes son hijos de Daniel Chávez Morán, empresario que funge como supervisor honorario del proyecto federal.
“No hay evidencia concreta de corrupción”, concluyó la inteligencia artificial.
IA, política y reputación: un debate abierto
El enfrentamiento entre López Beltrán y Grok reabre el debate sobre los límites éticos de las herramientas de inteligencia artificial, especialmente cuando se trata de figuras públicas, reputación digital y el uso de fuentes periodísticas no verificadas por los propios algoritmos.
El caso ha generado conversaciones en redes sociales sobre el poder de la inteligencia artificial para influir en la percepción pública y los posibles riesgos cuando se mezcla tecnología automatizada con desinformación o narrativas sin contexto completo.