El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, fue sometido a su examen físico anual este 11 de abril de 2025, y los resultados oficiales revelan que su estado de salud general es bueno, de acuerdo con el reporte médico publicado por la Casa Blanca.
El chequeo fue realizado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, y supervisado directamente por el médico presidencial, el capitán Sean P. Barbabella, quien informó que no se detectaron anormalidades graves y que el mandatario mantiene funciones corporales normales a sus 78 años y 10 meses de edad.
Examen físico y neurológico: sin anormalidades
Los exámenes realizados abarcaron todos los sistemas del cuerpo. En resumen:
- Cardiaco: Sin arritmias, soplos ni anormalidades en el electrocardiograma o ecocardiograma. La función cardíaca es normal.
- Pulmones: Examen físico y tomografía computarizada del tórax sin hallazgos preocupantes.
- Gastrointestinal: Ultrasonido y revisión abdominal normales. Colonoscopía en 2024 detectó diverticulosis y un pólipo benigno, sin riesgo actual.
- Neurológico: Examen completo sin señales de deterioro cognitivo o motor. El presidente obtuvo 30 de 30 puntos en el test MoCA (Montreal Cognitive Assessment).
- Dermatológico: Algunas lesiones benignas por exposición solar, sin presencia de cáncer de piel.
- Visual y auditivo: Agudeza visual y presión ocular normales. Audición sin problemas, excepto por cicatriz en oreja derecha debido a una antigua herida de bala.
Resultados de laboratorio: todos en rangos normales
- Colesterol total: 140 mg/dL (óptimo)
- Glucosa en ayuno: 89.7 mg/dL (normal)
- Hemoglobina A1c (control de azúcar): 5.2%
- Vitamina B12: 486 pg/mL (dentro del rango)
- Próstata (PSA): 0.10 ng/mL (normal)
- Hormona Tiroidea (TSH): 1.42 µIU/mL (normal)En cuanto a los aspectos físicos, Trump mide aproximadamente 1.90 metros y pesa 101.6 kilogramos. Su presión arterial fue registrada en 128 sobre 74 mmHg, con una frecuencia cardíaca en reposo de 62 latidos por minuto. La oxigenación en sangre alcanzó el 99% y su temperatura corporal se mantuvo estable en 98.6 °F.
El examen cardiológico, que incluyó electrocardiograma y ecocardiograma, no mostró anormalidades; la función cardíaca se reportó como saludable, sin problemas de irrigación o arritmias. El sistema respiratorio también fue evaluado mediante una tomografía computarizada, y los pulmones no presentaron daños ni signos de enfermedad. En el área gastrointestinal, un ultrasonido confirmó que todo estaba en orden, y se recordó que en 2024 se había detectado un pólipo benigno y diverticulosis en una colonoscopía, sin riesgos actuales.
Neurológicamente, el presidente mostró un rendimiento óptimo. Fue evaluado mediante el examen MoCA (Montreal Cognitive Assessment), donde obtuvo el puntaje perfecto de 30 sobre 30. También respondió favorablemente a los cuestionarios clínicos para detectar ansiedad y depresión, con resultados dentro de los rangos normales.
En la revisión dermatológica se observaron algunas pequeñas lesiones causadas por exposición solar, pero ninguna de carácter preocupante. Asimismo, el examen visual reveló que mantiene buena agudeza visual y presión ocular normal. La audición fue calificada como buena, con excepción de una cicatriz en la oreja derecha, resultado de una antigua herida de bala.
En cuanto a los análisis de laboratorio, los resultados se ubicaron dentro de los rangos considerados normales. Su colesterol total fue de 140 mg/dL, los triglicéridos de 56 mg/dL y su glucosa en ayuno de 89.7 mg/dL. El nivel de hemoglobina A1c, indicador del control del azúcar en sangre, fue de 5.2%, dentro del rango saludable. La vitamina B12 se mantuvo en 486 pg/mL, y tanto el PSA (marcador prostático) como la hormona tiroidea (TSH) también estuvieron en valores normales.
Conclusión médica
“El presidente Trump goza de buena salud general, con signos vitales normales y sin hallazgos clínicos significativos que indiquen alguna condición médica seria”, concluyó el médico presidencial.
La Casa Blanca informó que el mandatario ha dado su consentimiento para que estos resultados sean públicos, en línea con las recomendaciones de transparencia médica establecidas por el Servicio Preventivo de Salud de EE.UU.
