Noticias

Nace el Tribunal de Disciplina Judicial: un nuevo órgano para combatir la corrupción en el Poder Judicial

Nuevo tribunal sustituye al CJF para vigilar al Poder Judicial con enfoque en derechos humanos y género

Mtra. Ariadna Camacho Contreras
Mtra. Ariadna Camacho Contreras (Especial)

El Tribunal de Disciplina Judicial es una nueva institución que supervisará, investigará y sancionará a las personas juzgadoras. Además, será el encargado de la evaluación y seguimiento del desempeño de las magistradas y magistradas y jueces y juezas. Con ello, este innovador Tribunal va a sustituir al anterior Consejo de la Judicatura Federal (CJF), asumiendo funciones disciplinarias, mientras que las tareas administrativas recaerán en el nuevo Órgano de Administración Judicial.

Para cumplir de forma óptima con sus funciones, este Tribunal de Disciplina Judicial contará con dos órganos auxiliares, el Órgano de Investigación de Responsabilidades Administrativas (OIRA) y el Órgano de Evaluación del Desempeño Judicial (OEDJ), con el objetivo de fortalecer la transparencia, combatir la corrupción y mejorar la eficiencia en el sistema de justicia en México. En ellos, la representación paritaria de mujeres y hombres profesionales del derecho será esencial, porque imprimirá una visión equilibrada a esta noble institución, que sin duda garantizará su éxito.

De esta forma, podemos afirmar que definitivamente no estamos frente a un órgano inquisitivo o de persecución, sino frente a una institución que velará por que todas las investigaciones y procedimientos observen en todo momento, el contenido de los derechos humanos aplicables a los procedimientos administrativos sancionadores, con especial énfasis en la presunción de inocencia, el derecho a la no autoincriminación, el derecho a la defensa y el debido proceso, garantizando el derecho de audiencia a las personas involucradas.

Estamos frente a un nuevo órgano que priorizará un trato digno y humano al interior del Poder Judicial, pero también hacia el exterior, respecto a la atención que brindará a la ciudadanía. Hablamos de un Tribunal que impondrá sanciones ejemplares a quienes se compruebe que incumplieron la ley; y que trabajará siempre con un enfoque transversal de perspectiva de género, desde la investigación y hasta la resolución final de los asuntos; promoviendo la igualdad entre mujeres y hombres.

Necesitamos una institución de puertas abiertas que garantice el diálogo permanente con su personal y con la ciudadanía, y que dé prioridad a transparentar las acciones al interior del poder judicial. No es posible que carezcamos de información accesible, que muestre el número de quejas, su naturaleza, atención y seguimiento. Hoy no tenemos datos históricos del número de sanciones impuestas en uno de los tres poderes más importantes de nuestro país, porque se privilegiaba la opacidad, la corrupción y el nepotismo.

Algunas cifras revelan que entre 2004 y 2023 el Consejo de la Judicatura recibió 38 mil quejas que fueron presentadas en contra de funcionarios judiciales, pero cerca de 32 mil se desestimaron, es decir cerca el 85% de las mismas, mientras que de las sí fueron investigadas, se sabe que sólo se sancionaron a 472 jueces y magistrados con apercibimientos y amonestaciones, suspensiones, destituciones, inhabilitaciones y sanciones económicas.

De forma más reciente, se identificó que en 2024 el CJF desechó más de 800 denuncias contra personal del Poder Judicial de la Federación; y si ponemos énfasis en temas de violencia contra las mujeres al interior del mismo poder público, se observa cómo de enero a octubre de 2024 se recibieron 42 denuncias por acoso y hostigamiento sexual, es decir, más de una queja por semana.

Ante ello, considero que es indispensable promover una política de prevención de actos de corrupción; sensibilizando y capacitando a todo el personal jurisdiccional sobre el impacto y alcance de sus actos y decisiones; y promoviendo la ética e integridad en el desempeño de su labor. También, es necesario promover la cultura de la denuncia e impulsar la apertura de los canales pertinentes para la presentación de quejas y denuncias de forma ágil. Todo ello, debe acompañarse de una cultura de prevención, atención, sanción y erradicación de todo tipo de violencia contra las mujeres al interior del Poder Judicial, que pueda permear y verse reflejada en la atención digna y humana que merece toda la ciudadanía.

DV Player placeholder

Tags


Lo Último