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Ucrania: Por qué los desertores vuelven al frente

Hasta principios de marzo, los soldados ucranianos que desertaban tenían la oportunidad de volver al servicio voluntariamente, sin consecuencias penales. DW habló con varios de ellos sobre sus motivos."¿Qué delito? ¡Tenía problemas familiares!", dice Costantin, desertor del ejército ucraniano. Y añade: "Por cierto, ¡delito es que no recibiera rehabilitación ni indemnización después de ser herido!”

Costantin es uno de los 21.000 soldados que, según las autoridades ucranianas, huyeron del frente o incumplieron sus deberes. Pero luego se reincorporaron voluntariamente al servicio militar en los últimos meses para evitar procesos penales.

El plazo correspondiente expiró a comienzos de marzo. A principios de año se registraron en Ucrania casi 123.000 casos de deserción y abandono no autorizado de unidades.

El número de casos desborda a los investigadores

En 2023 y 2024, el número de casos ya había alcanzado un nivel al que los investigadores no podían hacer frente. En los últimos dos años y medio, solo se tramitó el 7% de todos los casos. Esto llevó a un acuerdo tácito de que las autoridades no investigarían mientras el comandante de una unidad consiguiera convencer al soldado desertor de que volviera al servicio.

El Parlamento ucraniano no tardó en consagrar por ley esta práctica. Desde el otoño de 2024, los soldados que no hayan cumplido sus deberes militares o hayan desertado pueden volver al servicio voluntariamente y evitar así ser procesados. La razón de esta decisión fue, obviamente, la falta de personal en el frente. Todavía en enero, el comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Alexander Sirskj, declaró que Ucrania necesitaba más soldados en las brigadas mecanizadas, pero que las capacidades de movilización no eran suficientes para cubrir esta necesidad.

Tras una nueva modificación de la ley en diciembre, se les dio plazo hasta el 1 de enero de 2025, que luego se prorrogó dos meses más, hasta principios de marzo.

Fatiga y conflictos con los superiores

"Me llamo Yevhen, soy soldado de las fuerzas armadas ucranianas y me reincorporaron después de desertar”, dice el hombre de 38 años con el que nos reunimos en un campo de entrenamiento de la 59ª Brigada de Asalto Independiente, desplegada en el frente cerca de Pokrovsk.

"Llevo diez años combatiendo y vengo de Mariúpol. La guerra me destruyó a su manera, me lo quitó todo, a toda mi familia. Pero soy duro y tengo un fuerte sentido de la justicia”, dice Yevhen.

El soldado se había ausentado sin permiso de su 109ª Brigada de Defensa Territorial Separada, en la que servía desde el comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia.

"Tuve diferencias de opinión con mi antiguo comandante. No le caía bien y me enviaba a misiones de esas de las que en realidad no se regresa, pero regresé y luego deserté”, cuenta Yevhen.

Vivió en Dnipró durante un mes y medio, y aceptó un trabajo allí ilegalmente. "Descansé un poco, porque sólo había tenido unas vacaciones en todos esos años”, añade.

Al final, Yevhen recurrió a la policía militar ucraniana. "Les dije que me había ausentado sin permiso y que quería volver”, recuerda. Al día siguiente, junto con otros desertores, lo llevaron a un batallón de reserva donde de vez en cuando se reunían reclutadores de varias brigadas. Al final aceptó la oferta de la 59ª brigada de asalto y pronto retornó a la acción bélica.

"Tengo que luchar. Soy un soldado desde los dedos de los pies hasta la punta del pelo”, dice Yevhen sobre su motivación. "Cuando vuelves del frente a una gran ciudad, es extraño y difícil ver cómo sigue la vida”, añade.

"Visto desde fuera, pareciera que no hay guerra. Tiendas, restaurantes, Jeeps, Porsches... La gente vive y no entiende lo que está pasando allí”.

Sigue habiendo problemas sin resolver

En opinión de Roman Horodeski, oficial de apoyo psicológico del personal de la 68ª brigada, el procedimiento actual regula bien el retorno de los soldados desertores al servicio militar. Sin embargo, no resuelve la causa de la deserción masiva en el país.

"El principal problema es el agotamiento físico y mental de los soldados. Pero por el momento es sencillamente imposible resolver este problema”, lamenta Horodeski.

"La guerra es como una droga”

El militar de 42 años apodado "Milka” es él mismo un retornado. No quiere explicar por qué eludió sus obligaciones sin autorización. No fue en el frente, sino en la retaguardia, adonde fue trasladado tras ser herido.

"¿Por qué regresé? ¿Cómo puedo explicarlo? La guerra es como una droga. Cuando has estado en la guerra, te atrae volver allí”, dice "Milka”. "No es que necesites estas explosiones, en absoluto. No sé cómo decirlo”.

Se le ordenó trasladarse a la Brigada 68, donde se le encomendó la formación de soldados. "Milka” siente que su estado ha mejorado durante el tiempo que ha pasado en casa.

"Vuelvo a estar recargado”, dice, y añade: "De momento ni siquiera pienso en vacaciones. Pero me encantaría quitarme todo, mojarlo en gasolina y quemar la ropa, y luego ponerme ropa deportiva, tomar a mis hijos de la mano y salir a pasear. Eso es lo que quiero”, dice.

(md/ers)

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