La Semana Santa es un periodo de alto consumo de pescado fresco y mariscos, cuya venta se incrementa hasta 40% entre las familias mexicas, que buscan honrar la tradición religiosa de la vigilia y consumo específico de carne carne blanca.
En los mercados publico, centros comerciales y centrales de abasto como La Viga, en la Ciudad de México, se ofrecen más de 100 especies de productos del mar, con diferente precio, tamaño y color de piel, que deben cumplir con una serie de característica para garantizar un consumo seguro para tu salud.
Juan Carlos Hernández, ingeniero en alimentos egresado del IPN, explicó que –aun cuando este último punto es crucial para todos los consumidores– siete de cada 10 “apenas se fina en precio, después revisa el tamaño y, algunas veces se fija en que el pescados este cubierto por el hielo”.
Sin embargo, apuntó, existen otra serie de características que las personas pasan por alto y que pueden ser señales de alerta sobre la frescura y seguridad sanitaria del producto: los ojos del pescado deben ser brillantes y la carne tiene que estar firme y sin manchas.
Tips básicos para comprar pescado fresco
Para evitar riesgos a la salud durante la Semana Santa, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) informó que existen seis tips que debes aplicar para saber si un pescado está fresco y está listo para su consumo:
- Revisa que los ojos de la pieza estén brillantes, transparentes y un poco resaltados.
- Checa que el pescado presente un aspecto húmedo y una textura firme en su carne; la piel debe mantener una apariencia lisa y brillante, sin arrugas ni manchas.
- Date tiempo para olerlo. Una pieza fresca desprende un olor agradable; si emana otro tipo de aroma, significa que es poco fresco o ya está en estado de descomposición.
- Verifica que las agallas presenten un aspecto limpio, brillante y de color rojo o rosado.
- Supervisa que las escamas estén firmemente adheridas al cuerpo y unidas entre sí.
- Asegúrate de que la pieza no contenga las vísceras, ya que éstas pueden estar perforadas y contaminar el producto.
¿Y si compro mariscos…?
- En el caso de los camarones, la cabeza del crustáceo debe presentar un aspecto translúcido y el resto del cuerpo no debe tener manchas oscuras, la carne debe estar firme y el caparazón tiene que ser resistente y brillante.
- Para los ostiones, mejillones y almejas frescas, la concha debe estar cerrada, pero si está abierta ligeramente ésta debe cerrarse al tocarla. El líquido que poseen tiene que ser abundante y de color claro.
- La frescura de los calamares y pulpos se nota en su carne firme y un color entre blanco nacarado y blanco rosado, además de que tienen que presentar un ligero brillo.