Se trata de la segunda ola de manifestación que rechazan la política de línea dura del presidente estadounidense, que incluye ataques a las instituciones democráticas y la independencia judicial.Miles de manifestantes se congregaron el sábado (19.04.2025) en grandes ciudades como Nueva York y Washington o pequeñas comunidades de Estados Unidos en una segunda serie de protestas contra el presidente Donald Trump, denunciando lo que consideran amenazas a los ideales democráticos de la nación.
En Nueva York, manifestantes de todas las edades que se concentraron frente a la Biblioteca Pública, cerca de la Torre Trump, con pancartas que lo señalan de atacar las instituciones democráticas y la independencia judicial.
Muchos criticaron la política de línea dura de Trump basada en deportaciones y redadas contra inmigrantes indocumentados.
"La democracia corre un gran peligro", declaró a la AFP Kathy Valyi, de 73 años, hija de supervivientes del Holocausto, que advierte que lo que le contaron sus padres sobre la llegada de Adolf Hitler al poder en la década de 1930 en Alemania "está ocurriendo aquí ahora".
En Washington, los manifestantes expresaron su preocupación por la amenaza que Trump ejerce sobre normas constitucionales respetadas desde hace tiempo, como el derecho al debido proceso.
Ataque al Estado de derecho
El gobierno está llevando a cabo "un ataque directo contra la idea del Estado de derecho", dijo a la afp Benjamin Douglas, de 41 años, frente a la Casa Blanca.
En la Costa Oeste, cientos se reunieron en una playa junto al Océano Pacífico en San Francisco para deletrear las palabras "Impeach + Remove" (juicio político + destitución), también con una bandera estadounidense invertida.
En la ciudad costera de Galveston, también en el muy conservador estado de Texas, se produjo una pequeña concentración de manifestantes anti-Trump.
"Esta es mi cuarta protesta y, generalmente, esperaría con los brazos cruzados a las próximas elecciones", dijo la escritora Patsy Oliver, de 63 años. "No podemos hacer eso ahora. Ya hemos perdido demasiado", agregó.
Abogan por deportados
En Nueva York algunos aprovecharon para pedir la liberación de Mahmoud Khalil, estudiante palestino de la universidad de Columbia detenido para su deportación pese a residir legalmente en Estados Unidos.
El joven participó en las protestas contra la guerra de Israel en Gaza que sacudieron los campus universitarios el año pasado.
También pedían liberar al salvadoreño Kilmer Ábrego García, deportado ilegalmente y enviado a una cárcel de su país.
"Hay que ponerle freno" a Trump, dice un hombre de 65 años que se identificó como Thomas, un nombre ficticio que usa por temor represalias.
"El mecanismo que tenemos para hacerlo ahora mismo es salir a la calle y hacer oír nuestras voces. Por eso estoy aquí", aseguró a la AFP mientras sostenía una pancarta con la foto del adolescente venezolano Merwil Gutiérrez, otro detenido por agentes migratorios y deportado a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, pese a que no era un objetivo.
La única esperanza que le queda a Kathy Valyi es que, "a diferencia de otros fascistas (...), Trump es demasiado estúpido para ser eficaz, y su propio equipo está dividido", subrayó.
50 protestas en 50 estados
El principal organizador de las protestas del sábado, el grupo 50501, que significa 50 protestas en 50 estados y un movimiento, dijo que se convocaron unas 400 manifestaciones.
El grupo invitó a millones de personas a participar el sábado, aunque la participación pareció menor que en la jornada bautizada "Manos fuera", que tuvieron lugar en todo el país el 5 de abril.
En Denver, cientos de manifestantes se congregaron en el Capitolio del Estado de Colorado con pancartas que expresaban su solidaridad con los inmigrantes y le decían a la administración Trump: "¡Manos fuera!". La gente ondeaba banderas estadounidenses, algunas de ellas boca abajo en señal de socorro.
Miles de personas también marcharon por el centro de Portland, Oregón, mientras que la gente caminó por el centro de Anchorage, Alaska, con carteles hechos a mano que enumeraban las razones por las que se manifestaban, incluyendo uno que decía: "¡Ningún cartel es lo suficientemente GRANDE como para enumerar TODAS las razones por las que estoy aquí!".
En otros lugares, se planearon protestas frente a los concesionarios de Tesla contra Elon Musk, asesor del multimillonario Trump, y su papel en la reducción del gobierno federal.
George Bryant, residente de Boston y uno de los asistentes a la protesta en Concord, expresó su preocupación por la creación de un "estado policial" por parte del presidente. Sostenía un cartel que decía: "¡El régimen fascista de Trump debe irse ya!".
"Está desafiando a los tribunales. Está secuestrando estudiantes. Está destruyendo el sistema de pesos y contrapesos", declaró Bryant. "Esto es fascismo".
jc (afp, ap)