El papa Francisco reapareció este Domingo de Resurrección en el balcón principal de la Basílica de San Pedro para impartir la tradicional bendición Urbi et Orbi. “Hermanos y hermanas, ¡felices Pascuas!”, expresó el Pontífice, quien permaneció en silla de ruedas durante toda la ceremonia.
Sin las cánulas nasales que había utilizado recientemente, el papa quiso estar presente en esta segunda parte de la celebración pascual y dirigió su bendición al mundo entero: “Que el Señor nos bendiga a todos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, dijo con voz débil, tras la lectura de Monseñor Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias.
En el mensaje pascual, de acuerdo con Europa Press, Ravelli recordó a los pueblos que siguen viviendo en conflicto, como Ucrania, Israel y Palestina.
“El mal no ha desaparecido de nuestra historia, estará presente hasta el final, pero ya no tiene el control, ya no tiene poder sobre quien recibe la gracia de este día. La Pascua es la fiesta de la vida”, afirmó el papa.
El papa Francisco envía un mensaje de paz mundial
El papa pidió a las partes en conflicto que “cesen el fuego, liberen a los rehenes y brinden ayuda a quienes pasan hambre y buscan un futuro en paz”.
“Me siento cercano al sufrimiento de los cristianos en Palestina e Israel, así como al pueblo israelí y al pueblo palestino. Es preocupante el creciente clima de antisemitismo que se está extendiendo en todo el mundo”, leyó Monseñor Ravelli.
También dedicó unas palabras a la comunidad cristiana en Gaza, donde el “terrible conflicto sigue dejando muerte y destrucción, además de provocar una crisis humanitaria dramática e inaceptable”. De acuerdo con Europa Press el pontífice pidió orar por las comunidades cristianas en Líbano y Siria, destacando que este último atraviesa un momento histórico delicado, en el que sus habitantes anhelan estabilidad y participación en el destino de su país.
Asimismo, el mensaje hizo un llamado a la paz en Oriente Medio y Yemen, este último señalado como uno de los países que vive “una de las peores crisis humanitarias del mundo”. “Invito a todos a buscar soluciones a través de un diálogo constructivo”, subrayó el texto.
El papa también hizo un fuerte llamado al desarme global: “La paz no es posible sin un verdadero desarme. La necesidad que tiene cada país de defenderse no puede convertirse en una carrera armamentista. La luz de la Pascua nos impulsa a derribar las barreras que dividen y generan consecuencias políticas y económicas.”
Al finalizar la celebración, el papa Francisco recorrió la Plaza de San Pedro a bordo del papamóvil, saludando a miles de peregrinos. Durante el trayecto, que duró alrededor de 25 minutos, el Pontífice pidió en varias ocasiones detener el vehículo para acercarse a niños y bebés.
Encuentro con JD Vance, vicepresidente de EE. UU.
Previo a la bendición Urbi et Orbi, el papa sostuvo un breve encuentro privado con el vicepresidente de Estados Unidos (EE. UU.), JD Vance, en su residencia en Santa Marta, donde continúa recuperándose de problemas de salud.
De acuerdo con Europa Press, el Vaticano informó que la reunión ocurrió alrededor de las 11:30 horas del 20 de abril y tuvo una duración de pocos minutos, permitiéndoles intercambiar saludos por el Domingo de Pascua.
Vance se encuentra en visita oficial en Italia y el sábado fue recibido por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por el arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y Organismos Internacionales.