Irma Leticia Hidalgo representa el rostro de miles de madres en Nuevo León y el país que protagonizan una lucha incansable en la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos.
La activista fundó Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Nuevo León (Fundenl) cuando le arrebataron a su hijo Roy Rivera Hidalgo, desde entonces ha acompañado a otras tantas madres, hijas y esposas en el mismo camino, en el de una búsqueda que parece interminable.
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¿Que resaltas a 11 años de la desaparición de Roy?
—El martes 11 de enero del 2022 se cumplirán 11 años del secuestro y luego desaparición forzada que ya declaró el Comité de Derechos Humanos de la ONU, como desaparición forzada de Roy Rivera Hidalgo, mi hijo, ya que el Comité consideró que sí había sido responsabilidad del estado esta desaparición ya que no lo buscó como debería de haberlo hecho y por eso sigue desaparecido, a raíz del secuestro.
¿La situación con Roy se replica, hay muchas faltas en los protocolo por parte de las autoridades?
— Lo más probable es que así muchas víctimas de desaparición sobre todo de estos últimos 12 años de nuestro calendario, de nuestra historia en Nuevo León, la diferencia es que mi familia y yo y luego acompañados de personas solidarias, amorosas, empáticas me han estado ayudando a acudir a todas las instituciones habidas y por haber.
¿Consideras que es una lucha interminable la que tú emprendiste, porque no has visto los resultados esperados?
—Espero realmente, no sé si soy ilusa. Espero que un día se termine, que termine con los resultados que quiero, que queremos en la familia, de encontrar a Roy y de encontrar a muchos más que estamos buscando. También espero que esta lucha termine con: nunca un desaparecido más.
¿Se fue la paz y tu vida junto con tu hijo?
—Los seres humanos estamos convencidos de que nadie se va de nuestras vidas sin despedirse, nadie pasa a otra mejor vida, a otra dimensión si no se despide de nosotros, si no lo vemos nosotros cuando se va y en la situación de nosotros nunca vimos eso por eso para nosotros no hay despedida.
No se ha ido, puede seguir vivo aunque nuestras circunstancias en el país y en el estado de violencia nos pueden indicar que Roy está sin vida, para nosotros sería recuperar la vida cuando lo recuperemos a él, en cualquiera de las circunstancias.