Este 4 de octubre Samuel García cumple un año de haber asumido la gubernatura de Nuevo León. Un período durante el que si bien se han visto cambios en el Estado tampoco puede ser considerado como una etapa de “transformación”, más bien tendría que asumirse como una fase de “transición”.
Así lo consideran expertos que analizaron el primer año de gobierno de García y dan sus consideraciones al respecto.
“Es un primer año, ¿qué les pasa a los políticos, a los gobernadores, a los alcaldes, sobre todo a alguien como Samuel García? Colmar las expectativas es muy difícil, pero sobre todo es más difícil enfrentar que las expectativas creadas no son de cumplimiento.
“No basta con desear que las cosas pasen en un gobierno, hay qué hacer que pasen”, expresó Lourdes López, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas en la UANL, profesora en la Facultad de Derecho, licenciada en Ciencias Políticas con doctorado en Política Pública.
Consideró que un primer año de gobierno no debería ser de transformación.
“En todo caso es el inicio, eventualmente, de una transición. Un año pasa muy rápido lo que no es suficiente para hacer cambios estructurales y que permitan mostrar que hay una renovación total”, señaló López.
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La doctora en Política Pública indicó que estos 12 meses han sido complicados para el gobernador por algunas crisis coyunturales, concretamente la del agua.
“Descentró su atención a otros aspectos lo cual inquirió que no se notara el impulso que estaba dando a unos problemas como el del transporte, las vialidades... esos proyectos sobre las líneas del Metro”, explicó. “Yo creo que para el gobernador ha sido complicado porque ha contado con más dificultades de las que esperaba”.
Añadió, sin embargo, que también está esa parte de lo que él y su equipo apuestan que es a la visibilidad mediática.
“Esa sobre exposición, también hace que si no hay muchos logros o hay un pésimo desempeño, parezca lo contrario. Creo que el balance que quieren dejarnos de este primer año de gobierno con esta nueva Constitución, entre comillas, es que parezca que sí ocurrió algo en el Estado, pero pues no necesariamente ha pasado gran cosa”.
López añadió que los resultados, además, no estaban al alcance de Samuel García y eso lo tiene que aceptar.
“Un primer año de gobierno es para empezar a sentar las bases, construir acuerdos. Hubo cosas que me parecieron interesantes como el diálogo con la Federación, de estos proyectos que tienen qué ver con lo de los recursos para el Metro y ese tipo de cosas que traen en el portafolios de proyectos.
“Incluso la atención para futuro de corto de plazo en el tema del agua me parece un buen diálogo con la Federación, que si bien no son productos son columnas o puentes, son estructuras que van dándole forma a un gobierno”.
López admitió que temas como la nueva Constitución y que se retoma el tema de un pacto fiscal la desconciertan.
“Porque parece que en lugar de ir tejiendo o construyendo puentes políticamente pareciera que con lo mediático y lo pirotécnico que es la nueva Constitución se va a insistir en la otra estrategia de mucho discurso... y de acciones las que se puedan y cuando se pueda”, expresó.
La política en el Estado, agregó, es pragmática no de convicciones y eso no necesariamente es una buena noticia para Nuevo León.
“Porque si esto es una promesa de lo que van a ser los siguientes cinco años ahora sí que como dice la broma, estamos perdidos”, señaló López.
El lado A y el lado B
El analista Eloy Garza coincidió en que el primer año de Samuel García ha dado resultados tanto positivos como negativos, aunque no todo está dicho.
“(Henry) Kissinger dice que en una administración, hablando de gobiernos de países, el primer año siempre es de planeación, el segundo de ejecución y el tercero de recapacitación.
“Entonces no podemos evaluar un primer año de gobierno a partir de sus resultados, hay que analizarlo a ver si se sentaron bien las bases, a ver si la casa que se va a construir, la edificación que se va a hacer en los próximos cinco años, realmente están bien fundados, tienen bases sólidas”.
Garza indicó que en algunos aspectos el gobierno de Samuel García sí tiene bases sólidas, aunque en otros, no.
“Algunas cosas sí se van a conseguir, otras no. ¿Cuáles sí?, el tema de movilidad, sí se van a hacer las líneas 4, 5 y 6 del Metro. ¿Por qué lo digo?, porque ya se hizo la licitación por más de 30 mil millones de pesos. El pull de empresas está obligado a empezar a ejecutar esta obra”, explicó Garza.
Otras obras que sí se concretarán son el trazado de las rutas urbanas y El Cuchillo II, que es una obra federal compartida.
“Pero eso también es una buena gestión pública. El hecho de que se coordinen Gobierno estatal y federal es una buena gestión pública, lo digo objetivamnente, como analista”·.
Otro aspecto destacado del gobierno de García es la creación de la estrategia Cuidar tu salud.
“Es algo que no se ha difundido mucho, pero me parece un logro ese sistema de salud universal, sobre todo para menores con cáncer. El gobierno ya destinó una partida que tiene que aprobar el Congreso, pero sé que lo van a hacer”, destacó Garza.
Sin embargo, señaló que así como hay un lado A positivo, hay un lado B negativo.
“El lado malo es la inseguridad, tenemos una terrible descoordinación en el manejo de recursos en la propia área metropolitana. Y como problema adicional hay al menos siete carteles que se están disputando la plaza de Monterrey porque es un corredor, estamos para mal, como parte del corredor del tráfico de estupefacientes, especialmente fentanilo”, expresó Garza.
