El o los responsables de haber baleado a un osezno y dejarlo malherido en Santiago, Nuevo León, se harían acreedores a una pena de hasta nueve años de cárcel y al pago de 7 millones de pesos, informó la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA).
La semana pasada la cría de oso negro fue vista arrastrándose, al revisarla se detectó que tenía heridas de bala, además de exposición de músculos y tendones.
La PROFEPA realizó la contención del animal que está siendo sometido a diferentes exámenes para dictaminar si podrá o no recuperarse.
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La Procuraduría interpuso la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de la República, en contra de quien o quienes resulten responsables de la comisión de ilícitos ambientales en la materia.
“Los responsables podrían ser acreedores a sanciones administrativas y penales, entre las que destacan una multa de hasta 7 millones de pesos y una pena de hasta nueve años de prisión”, destacó PROFEPA.
El oso negro americano se distribuye en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas y se encuentra protegido por las leyes mexicanas, pues sus tendencias poblacionales están a la baja por la pérdida de su hábitat y la cacería.
“La procuración del bienestar y la preservación de la vida silvestre son prioridad para la Procuraduría y agotará todos los medios posibles para garantizar un trato digno y respetuoso de la vida silvestre”, señala la dependencia.
Mientras tanto el osezno sigue sometido a diferentes pruebas para determinar si podrá volver a caminar, aunque un primer reporte indica que tiene daño medular.
“El equipo médico realizó un examen físico general, toma de muestras de sangre y heces, así como toma de radiografías y detectó una lesión medular causada presuntamente por un arma de fuego y la presencia de un cuerpo extraño en la zona torácica del oso negro”, señaló PROFEPA.
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Para tener un panorama más claro de la lesión, frente a la posibilidad de una intervención quirúrgica, los médicos veterinarios propusieron realizar más estudios y mantienen el diagnóstico de salud del ejemplar como reservado, por la gravedad y magnitud del daño.