La crisis hídrica ya parece un tema del pasado; sin embargo, expertos opinan que de no cuidar el agua en Nuevo León, el 2023 pintaría exactamente igual que este año en el que la sequía puso en serios aprietos a la población.
Durante la presentación del estudio “Perspectivas del agua en México: Propuestas hacia la seguridad hídrica”, Fernando González Villarreal, coordinador técnico de la Red de Agua de la UNAM, señaló que es importante que las autoridades establezcan a corto plazo un plan porque el tema no está del todo resuelto.
“Yo creo que en el corto, mediano y largo plazo hay que hacer un plan que resuelva el problema. Creo que a principios de año podríamos volver a tener una situación crítica”, explicó González Villarreal.
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El Consejo Consultivo del Agua, presidido por Raúl Rodríguez Márquez, el Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León a cargo de Horacio Martínez Reyes y el Findo Ambiental Metropolitano, bajo la dirección de César Rafael Chávez organizaron la presentación del documento que estuvo a cargo de González Villarreal.
Rodríguez Márquez indicó que después de los meses de sequía que afectaron gravemente al Estado, se debe priorizar una acción preventiva en todos los sectores.
Pero aclaró que en lugar de dar por terminada la crisis hídrica se debe trabajar duramente para que esta situación no se repita.
El escenario que se vivió en Nuevo León dejó ver con claridad una tendencia que se presenta año con año. Históricamente en el Estado 6 de cada 10 litros de agua destinados a los hogares vienen de las presas, según datos de CONAGUA para el Plan Hídrico Nuevo León 2050.
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“La industria se abastece en su totalidad de aguas subterráneas, mientras que la agricultura lo hace a través de aguas, tanto superficiales como subterráneas. Esto significa que el uso del agua por parte de la industria no compite con el uso del líquido en la red pública”, se informó.
En la presentación del estudio, los especialistas, coincidieron en señalar que los principales factores que han limitado el acceso al agua en el País están asociados a la insuficiente inversión en infraestructura hidráulica, la cual ha decrecido paulatinamente, aunado al desperdicio del agua derivado de las bajas eficiencias de uso.
Los especialistas informaron que en México hay 108 municipios que son susceptibles a la sequía.
“Racionar el servicio no es la solución. Hay que tener una cultura en la que, primero, la gente pague el agua y que la use de la mejor manera”, añadió González Villarreal.
