Salieron de sus países con la idea de llegar a Estados Unidos para hacer realidad el “sueño americano” de lograr una vida mejor para ellos y sus familias, pero al cruzar Nuevo León, muchos indocumentados viven una pesadilla al grado que se convierte en un “infierno americano”.
Y es que son tratados por los “polleros”, casi siempre, de una forma que atenta contra sus derechos humanos y a veces contra su vida como aparentemente sucedió esta semana cuando 14 personas fueron encontradas en una camioneta en el fondo de una acequia y perecieron ahogadas.
Te puede interesar. Autopsia revela que las 14 personas encontradas dentro de camioneta en Pesquería murieron por asfixia por sumersión
Sofía Hernández, coordinadora de Casa Monarca, un organismo de apoyo a los migrantes, indicó que esta no es una problemática nueva.
“Esto se hizo visible desde la matanza de los 72 (un crimen cometido por el grupo delictivo de Los Zetas en el ejido El Huizachal en San Fernando, Tamaulipas). Muchas cosas han visto la luz y por las malas prácticas de los ´polleros´ que llegan a nuestro estado a tratar de convencer a estas personas (migrantes) que sigan el ´sueño americano´… pero ya no le llaman así, ahora es el ´infierno americano´ por todo lo malo que les ocurre en su camino”, señaló.
Hernández recordó que durante los días de bajas temperaturas visitaron la Central de Autobuses para verificar si había personas con niños e invitarlos a reguardarse en las instalaciones de Casa Monarca y ahí comprobaron cómo operan los “polleros”.
“Cómo les ofrecen, cómo los enganchan, hay personas que les entregan los (números de) teléfono y les dicen: ´Nosotros aquí te resolvemos para que vivas el sueño americano´. Eso también influye para que las personas se enganchen”.
La coordinadora del albergue expresó que la población migrante no tiene la atención del gobierno.
“Está prácticamente olvidada, los dejan que se las arreglen como puedan por eso se van con quienes les ofrecen estas formas de viajar rápidamente, sin saber las consecuencias”, aseguró Hernández.
La incógnita de Pesquería
Igual que la ciudadanía, en Casa Monarca se preguntan qué fue lo que sucedió en el caso de las 14 personas que fallecieron en el municipio de Pesquería donde sus cadáveres fueron encontrados dentro de un vehículo que cayó en una acequia.
“Nos hacemos muchas preguntas, no tenemos una idea de qué haya pasado, pero por las experiencias anteriores, a raíz de otros accidentes similares, los ´polleros´ son irresponsables al manejar”.
En Casa Monarca, señaló, han recibido a personas sobrevivientes de accidentes que quedan mal heridos y al final del día no hay quien los respalde.
Pero Hernández también cree que el accidente pudo haber sido el resultado de una disputa de “polleros” porque el vehículo en el que viajaban dio negativo a impactos de bala y negativo para presencia de golpes por colisión.
“Siempre hemos sabido que los migrantes son buena mercancía para ellos (los “polleros”). Pudo haber pasado que se los estuvieran peleando, unos con otros. Lo que a mí me causa duda es por qué iban en un vehículo tan chiquito; iban muy libres, muy expuestos”, señaló.
“Renta” de niños
Hernández señaló que una táctica de los traficantes de personas es que hacen pasar personas de diferentes nacionalidades como si fueran una familia para poder transitar por las carreteras sin levantar sospechas.
“De hecho, prestan a los niños… los rentan. Ayer (el miércoles) tuvimos un caso. Vino una señora buscando a un familia cubana y descubrimos que aquí en el albergue un venezolano y los cubanos se fueron a ‘charolear’ (pedir dinero) con unos niños guatemaltecos; se fueron a pedir dinero a las vías del tren o a las calles”.
La señora, añadió Hernández, se llevó una sorpresa cuando acudió a Casa Monarca a dejarles ayuda.
“Habían utilizado a los niños; hubo varias anomalías y ahorita estamos en la investigación. Aquí hay un reglamento; cada que salen se anotan, hay horarios, pero fuera del albergue no sabemos qué es lo que hacen”.
La coordinadora señaló que la mujer encontró a los migrantes en la calle y le dijeron que eran familia.
“¡Pero vaya sorpresa! Al venir se dio cuenta de que no era cierto. Estamos muy sorprendidos y ya empezamos la investigación”, señaló. “Hay muchas historias, muchas situaciones y las autoridades se hacen de la vista gorda”.
Recordó que cuando salía a repartir comida en el área de las vías del tren encontraba “familias” que en realidad no lo eran y usaban a los menores para tocar el corazón de la gente y pedir dinero.
Te puede interesar: Rescatan 14 cuerpos dentro de vehículo sumergido en Pesquería
“Nos dábamos cuenta (de que no eran familia) cuando les decíamos que iba llegar el DIF y que les quitaría a los niños porque en Nuevo León el menor y la mujer están protegidos”, expresó Hernández.
