Lo que comenzó como un acto lleno de amor, esperanza y una manifestación pacífica para recordar a los desaparecidos y exigir justicia para las víctimas de feminicidio degeneró en una batalla campal entre un grupo de participantes de la Marcha 8M contra el Grupo Antimotines de Fuerza Civil en Monterrey.
Todavía estaban desfilando unas cuantas personas cuando en la Explanada de los Héroes grupos identificados como radicales, integrados en su mayoría por mujeres y algunos hombres, comenzaron a realizar pintas, romper vitrales y prender fuego en puertas y ventanas de Palacio de Gobierno.
La situación se salió de control y poco después de las 20:00 horas las feministas radicales apoyaban a sus compañeras que usando latas de pintura, cartelones y alcohol encendían la puerta principal del Palacio.
Otras lograron romper parte de las ventanas mientras lanzaban consignas contra el Gobierno del Estado, en especial contra Samuel García y Mariana Rodríguez.
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Trascurrió poco más de una hora y prácticamente con algunas puertas y ventanas del edificio totalmente quemadas, el Grupo Antimotines hizo acto de presencia provocando la furia de las mujeres.
Pero la trifulca inició cuando los miembros de Fuerza Civil se movieron para dar paso a un camión de bomberos que pretendía apagar el fuego.
Las radicales atacaron a los policías con piedras, latas y los combatieron cuerpo a cuerpo. Los miembros de FC poco pudieron hacer ya que eran apenas unos 50 policías contra alrededor de 3 mil personas.
Los uniformados retrocedieron por la calle Zaragoza mientras recibían insultos y golpes. Un bombero y un policía resultaron heridos.
Pocos minutos después y tras la llegada de más miembros de FC empezó una verdadera batalla campal.
Algunas mujeres fueron arrastradas por integrantes femeninas de la corporación mientras que otras se enfrentaban sin importar que estuvieran confrontando a policías hombres.
Algunas se quejaban de que habían sido golpeadas; otras lloraban llenas de ira y frustración por no haber podido seguir manifestándose.
Casi al mismo tiempo las organizadoras de la Marcha 8M se deslindaron de los actos de vandalismo.
“Las mujeres colectivas y organizaciones que conformamos el comité organizador de la Marcha 8M en Nuevo León manifestamos que lo sucedido el día de hoy (el miércoles) escapa de la organización de la marcha. Al ser una convocatoria abierta confiamos en el espíritu conmemorativo y político de quienes asisten y en la autogestión de las participantes”, explicaron a través de un comunicado.
Los organizadores denunciaron que grupos de mujeres con intenciones de choque, violencia y protagonismo pongan en peligro la integridad de infancias, mujeres diversas, mujeres en situación de vulnerabilidad, madres y familias de víctimas.
“Y de esta forma limiten nuestros derechos. Las confrontaciones rompen la organización de meses y el trabajo político de años.
“Disentir es válido, pero arriesgar a las personas es trabajo del Estado y romper la organización de un movimiento que ha tomado fuerza a lo largo de los años es boicot a nosotras mismas”.
Los grupos organizadores, añadió el comunicado, reprueban y rechazan tajantemente la forma en la que actuó la policía del Estado, violentando los derechos humanos de mujeres con detenciones arbitrarias, uso indebido y excesivo de la fuerza, sin seguir el debido proceso e incomunicándolas al ser introducidas al Palacio de Gobierno en lugar de ser presentadas, en lo inmediato, a un Ministerio Público o juez.
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De acuerdo a Fuerza Civil un total de 16 personas fueron detenidas y serán puestas a disposición de las autoridades.
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A las 22:53 horas el Grupo Antimotines logró controlar a la multitud para permitir que bomberos ingresaran a la Explanada para apagar los incendios.
