A las 19:51 horas del 31 de marzo, la icónica sucursal Colón de la tienda departamental Famsa, cerró sus puertas después de 53 años de ser uno de los principales establecimientos en su ramo, en Monterrey.
Luego de que se anunció el cierre definitivo de la marca, que llegó a tener tiendas en México y Estados Unidos y se hizo famosa por su sistema de créditos, los regiomontanos acudieron a la última tienda en Nuevo León.
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En la última hora de operaciones se respiraba un ambiente de nostalgia. Los pocos empleados que se encontraban en el establecimiento: cajeros, seguridad y algunos vendedores no podían ocultar su tristeza ante la inminente pérdida del trabajo.
Los artículos que más se vendieron fueron las pantallas que tenían descuento de hasta el 70%, aunque en la fila para pagar había clientes que se llevaron lavadoras y climas.
“Hay que aprovechar”, era el comentario general.
El área de salas y recámaras estaba prácticamente vacía, igual que el departamento de ropa y calzado, aunque algunas madres de familia buscaban entre los saldos algún par de zapatos completo.
“Pásele, ya no es necesario dejar su mochila en paquetería”, comentó un guarda. “Ya vamos a cerrar, en unos 10 minutos”.
Famsa Colón fue la primera tienda de la corporación Fabricantes Muebleros, la cual se estableció en la esquina de Colón y Pino Suárez en 1970.
Al paso del tiempo se abrieron sucursales en Félix U. Gómez y Madero, en Avenida Benito Juárez, en Guadalupe y en la zona de Santa María, también en Guadalupe.
El éxito de Famsa llevó al corporativo a crear una tienda filial: Munsa, que dejó de operar hace más de cinco años.
Hasta hace un mes todavía existían tiendas de Famsa en Monclova y Saltillo, pero también bajaron la cortina.
En Texas aún están en funcionamiento 19 tiendas de Famsa, aunque su destino es incierto.
El declive de la compañía comenzó en junio de 2020 cuando la Comisión Nacional Bancaria y de Valores revocó la licencia de Banco Ahorro Famsa.
Esto provocó la suspensión de servicios bancarios y posteriormente afectó a las tiendas.
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Casi a las 20:00 horas una empleada dijo a los clientes que aún quedaban dentro del establecimiento: “Ya se cerró; ya no se puede cobrar”.
