Yolanda Martínez Cadena, Bionce Amaya Cortez, Sarahí Guadalupe Silva Rodríguez comparten, no solamente el haber sido víctimas de feminicidio, también dejaron en la orfandad a tres niños cuyas vidas jamás volverán a ser las mismas.
Y es que, en el mejor de los casos, los menores quedarán bajo la custodia de los abuelos paternos o maternos, familiares cercanos y si no es así pasarían a la custodia del estado.
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En los casos de las tres mujeres sus hijos están en manos de sus respectivas familias, pero no todos tienen esta fortuna.
Y es que los hijos, cuyas madres, fueron víctimas de feminicidio se están convirtiendo en una nueva y difícil situación.
Hace más de un año se publicó en el Periódico Oficial el Protocolo Nacional de Atención Integral a Niñas, Niños y Adolescentes en Condición de Orfanda por Feminicidio; sin embargo, muchos estados no establecen todavía un padrón para darles la atención correspondiente.
Nuevo León, una de las entidades con mayor número de muertes de mujeres a nivel nacional, enfrenta una problemática que podría crecer en un futuro inmediato.
De acuerdo al Observatorio Nacional del Feminicidio, al menos el 75% de las víctimas deja al menos un hijo.
“Es muy lamentable que en Nuevo León ser esté jactando de traer economía cuando no hay seguridad. Lo peor del caso es que está faltando el pilar de una casa que somos las mujeres.
“Las mujeres encabezamos el 53% de los hogares y lamentable también es que los hijos que enfrentan el abandono cuando una madre es víctima de un feminicidio, el Estado no está haciendo absolutamente nada por ellos”, expresó Rosaura Guerra, titular de la asociación Venumia.
En el dicho y en el discurso, señaló, las autoridades dicen cosas muy hermosas.
“Pero hoy por hoy tenemos un patrón, muchos niños que están, o con sus abuelos, con sus tíos que desafortunadamente no tienen la capacidad económica para poder mantenerlos y (los niños) toman la calle”.
Guerra señaló que muchos de esos chicos buscan refugio en la delincuencia o las drogas.
“Luego, ellos también forman parte de un problema social que se va a haciendo más grande”.
La directora de Venumia señaló que mientras el gobernador Samuel García no reconozca esta problemática, no va a haber soluciones.
“Y si nada más somos un eslogan de campaña, de más likes o de más rating porque eso de que ´el que se mete con una mujer, se mete con todo Nuevo León´ no funciona porque vemos que todos los días hay desaparecidas, todos los días hay feminicidios”.
Lo peor del caso, añadió Guerra, es que la Fiscalía de feminicidios está llevando a cabo una única resolución cuando van a dar los inicios de una investigación.
“Resulta que todas las mujeres se cayeron y tienen fractura de cráneo o se suicidaron, o no avisaron que no iban a regresar”, señaló, “esa es una forma de lavarse las manos y no poner atención”.
Por eso, afirmó, hoy por hoy las organizaciones civiles son las que están haciendo la “chamba” del Estado.
“El Estado se está dedicando a la fotografía, a los eslogan de campaña, pero no se está ocupando realmente de la ciudadanía y en este caso de las mujeres y sus hijos”.
Guerra reiteró que si el gobierno no reconoce el problema, entonces por más dinero que mande la Federación y no lo aplique a programas que lleguen directamente a las familias esto va a seguir creciendo”, expresó.
Sin embargo, Guerra apuesta a que a partir de septiembre, cuando empiecen las campañas, todo mundo va a decir que ayuda a las mujeres, a sus hijos como eslogan de campaña, pero nada más.
“Una servidora tiene 15 años de andar en el campo y he visto que muchos de los diputados y diputadas que se comprometieron a ayudar a las mujeres nunca las he visto en el campo, ayudándolas”.
Este será un momento crucial, destacó Guerra.
“No queremos que vaya a suceder lo que ocurrió con la paridad de género, que las diputadas que están en Congreso votaron en contra para que no se continuara con la misma”, reveló, “ahora espero que con esta 3 de 3, que ya es un decreto constitucional, vean la sororidad y que los diputados hagan lo que hicieron a nivel federal sus bancadas y voten por unanimidad antes del 31 de mayo”.
Respecto a las declaraciones de Pedro Arce, encargado de despacho de la Fiscalía, quien dijo que el órgano estaba bajo de fondos, Guerra señaló que esa no es una novedad.
“La Fiscalía nunca tiene dinero, pero con el anterior fiscal se compraron como 250 camionetas para que las trajeran los agentes del Ministerio Público, entonces ¡dinero sí hay!, pero hay que saberlo aplicar”.
Como asociación, Venumia ha estado otorgando despensas, cada mes, a las familias que han sufrido por un feminicidio y que tienen hijos de mujeres víctimas.
“Somos una asociación civil que vivimos de aportaciones y donativos y exhortamos a la comunidad que nos ayude para seguir llevando despensas a esos niños y que no se sientan como una carga para los abuelos o la familia que los están cuidando”.
Guerra no tiene un número exacto de huérfanos por causa de los feminicidios, pero sabe que la cantidad es alta.
“Venumia está encargada de apoyar a 25 familias en las cuales hay dos o tres niños huérfanos. Somos una peccata minuta, como asociación lo que podemos abarcar para ayudar.
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“¡Imagínese cuántos hay que ni siquiera conocemos porque no denunciaron o porque la misma Fiscalía no lo consideró como feminicidio!”, señaló Guerra.