La reforma al Poder Judicial no solamente constituye una amenaza para la justicia, es también un peligro para la estabilidad de la nación porque, sin una justicia independiente, las inversiones se ven afectadas, la confianza en la instituciones se perderá y los derechos humanos de todos los mexicanos quedarán a merced de una maquinaria estatal centralizada y autoritaria, dijo Rodrigo Valle, subdirector nacional de la Jufed.
Por tercer día consecutivo trabajadores del Cuarto Circuito del Poder Judicial Federal en Nuevo León salieron a las calles para reunirse en el kiosko Lucila Sabella, de la Plaza Zaragoza, para manifestar su rechazo a las modificaciones propuestas por el ejecutivo federal.
Unas 300 personas lanzaron consignas y escucharon a magistrados y, especialmente a Valle, quien señaló que la reunión obedeció al seguimiento de la postura expresada en las primeras horas del miércoles por la jueza Juana Fuentes Velázquez, directora nacional de la Asociación de Magistrados de Circuito y Fuerzas de Distrito en el país, de proseguir con la defensa inquebrantable de los principios fundamentales y la protección de los Derechos Humanos de todos los mexicanos.
“Es indudable que estamos viviendo momentos sumamente difíciles, nos encontramos enfrentando una reforma constitucional promovida por el presidente de la República, pero arropada por una mayoría parlamentaria que amenaza con socavar los pilares sobre los que se asienta el Estado Constitucional de Derecho”, expresó Valle.
Esa reforma, destacó, no es otra cosa más que un intento de concentración del poder en una sola persona.
“No es únicamente una afrenta directa a la independencia judicial sino también un golpe mortal a nuestra democracia que tantas vidas de hombres y mujeres han costado al pueblo de México que, antes de nosotros, lucharon por establecerla y protegerla.
“Esta reforma, bajo el velo de una supuesta modificación exclusivamente busca centralizar el poder, convertir a la justicia en un instrumento de opresión y relegar los derechos fundamentales de los ciudadanos: ¡entiéndalo, relegar los derechos fundamentales de los ciudadanos al capricho del gobernante en turno!”.
Se pone en riesgo la independencia
Valle señaló que se está poniendo en riesgo la independencia de los jueces y el bienestar social.
“A los juzgadores federales de este país, por mandato constitucional, se nos ha encargado la noble encomienda de ser custodios de la vigencia de la Carta Magna y de la ley con la consecuente obligación de levantar la voz y realizar todas las acciones necesarias para impedir cualquier intento tendiente a someter la justicia a los intereses políticos de unos cuantos”.
El subdirector nacional de la Jufed aseguró que son muchos los riesgos si se aprueba esta reforma.
“México tiene que entender que esa reforma no constituye una amenaza para la justicia únicamente, es también un peligro para la estabilidad de la nación, porque sin una justicia independiente las inversiones se ven afectadas, la confianza en nuestras instituciones se perderá y los derechos humanos de todos los mexicanos quedarán a merced de una maquinaria estatal centralizada y autoritaria como ya lo estamos viendo en estos momentos”, aseguró.
El paro de labores de jueces y magistrados este 21 de agosto es un auto legítimo de resistencia.
“Resistencia contra la multicitada reforma y hasta donde llegue esta, que la misma sea desechada para dar paso a la construcción de un verdadero e integral cambio en el sistema de justicia”, destacó Valle.