Justo durante llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos se cancelaron las citas en la aplicación CBP One para conseguir un ingreso regular a la Unión Americana y los migrantes en Nuevo León parecen haber quedado en el limbo.
Y es que desde el lunes la página no está funcionando y con ello se rompe la ilusión de cientos de personas que ya pensaban en el “sueño americano”.
“Atorados” en un “país amistoso”, pero que no es el suyo, prácticamente con la ilusión rota porque saben que tienen tres opciones: regresar a su casa, quedarse… tan lejos y tan cerca de su objetivo o tratar de trabajar, juntar dinero y pagar para ser cruzados de forma ilegal.
“¡No me vayas a sacar una foto!.. esas van a todos lados y no sea que llegue a manos de Trump”, dijo Carlo Cruz, quien llegó hace dos semanas a Monterrey, después de haber caminado desde Chiapas, cruzado la selva.
Está a las afueras de Casa Indi donde, dice, lo han tratado mejor que en su país. Ahí come, ha encontrado compañeros que tienen la misma ilusión.
Llegó con grandes expectativas, pero desde el lunes, mientras Trump tomaba protesta como presidente número 47 de Estados Unidos la página CBP One, con la que los migrantes podían recurrir para facilitar la entrada hacia Estados Unidos, dejó de funcionar.
Carlo pensó que las cosas serían más fáciles, pero no.
“Le entra a uno la desesperanza. En Honduras no hay nada. No tenemos nada, no hay futuro. Ahora, con esto, no sé qué voy a hacer. Sin dinero, sin familia… con este frío”, dijo con el semblante desencajado.
Carlo planeaba viajar a Oklahoma City donde viven su hermana y cuñado. Ella tiene 15 años de vivir allá.
“Ya había hablado con mi cuñado, él tiene muchos conectes para conseguir trabajo… pero ya no sé”, expresó.
Lo toma por sorpresa
Ronald Madera, de El Salvador, llegó a Monterrey hace una semana, pensando que pronto estaría en Estados Unidos, pero la cancelación de CBP One fue un balde de agua helada para él.
“Sabía que con Trump las cosas iban a ponerse difíciles, pero no pensé que tan pronto. No hay mucha opción más que juntar dinero y cruzar a la mala”.
Ronald no tiene la intención de volver a El Salvador.
“¡No!, es mejor aventurarte a lo desconocido, no saber si quedas en el camino que regresar a donde no hay nada”.
A él no lo espera nadie del otro lado de la frontera.
“Quería escribir una historia, llevarme a mis hermanos… pero ¡rendirme no, nunca!”, expresó.